“Para poder avanzar, debes primero entender porqué sentiste lo que sentiste, y porqué ya no necesitas sentirlo más”
Los estados emocionales del ser humano cambian, esto es un hecho. El 80% de nuestra fuerza vital es expresada a través de las emociones, somos seres esencialmente emocionales. Cuando pasan cosas en nuestras vidas que nos produce dolor, pena, tristeza, apatía suele ser en respuesta a algo, o ha ocurrido un cambio en algún sentido, o las emociones han sido reprimidas durante tanto tiempo que producen miedos, ataques de pánico, de ira, etc. En todo caso el problema no es la emoción no deseada, en realidad no hay ningún problema, la emoción “negativa” nos está dando información sobre la vivencia
La emoción en sí es un mensajero y lo que hacemos es “matar al mensajero”, como dicen los anglosajones, dicho así suena bastante tonto pero es lo que hacemos. Como no nos gusta el mensaje decidimos ignorarlo, extirparlo o drogarlo para que no sea escuchado.
¡Con lo fácil que es ir a la raíz, darles voz y liberarlos!
No hay nada que necesite tu cuerpo para curarse que no esté en él. Lo único que necesita es deshacerse del bagaje emocional que todos arrastramos, y no sólo el nuestro o de esta vida, también hay el genealógico por ejemplo. Tenemos muchas capas de Creencias apoyadas por Emociones Atrapadas, y ahora conocemos métodos muy eficaces para entrar dentro de esos bolsillos de trauma y vaciarlos de forma suave, fácil, con efectos sutiles y a la vez muy poderosos. Aunque sí es verdad que en ocasiones los cambios pueden causar algo de caos alrededor, esto suele ser cuando la cabeza necesita tener control y entonces entran en juego las resistencias. Pero esto tampoco es “malo” es simplemente la manera en que cada uno vive su cambio y su proceso. Lo que sí es seguro es que el prestar atención a las emociones siempre va a ser beneficioso para el cambio y el crecimiento, y finalmente la persona acabará sintiéndose bien al adaptarse al cambio de forma consciente y voluntaria. Con voluntaria me refiero no pelearlo, ya que al liberar Emociones Atrapadas o cambiar Creencias el cambio es inevitable.
Nada es para siempre, todo pasa, se transforma, cambia. Cuando algo nos aprieta, nos sienta mal, nos constriñe es mejor prestarle atención, el ignorarlo sólo hace que aprendas a vivir con ello, y los efectos de los roces o los pinchazos acabarán formando llagas. No es malo sentirse mal, no debería ser vergonzoso, ni de débiles, ni tener otro juicio asociado a ello más que el entendimiento de que es información emocional, la información más potente que tenemos. Es hora de que empecemos a escucharla, entenderla y honrarla.
Hay una gran confusión con el pensamiento positivo y la Ley de la Atracción. Sí es verdad que Abraham-Hicks dice que si algo no te gusta como es, ignóralo, no prestes atención a la realidad – fake it until it is how you like it – pero hay que tener muy presente que lo que atraemos es en respuesta a cómo nos sentimos internamente, no a qué mueca ponemos externamente. Si tienes una piedra en el zapato lo mejor es que pares, te lo quites y te la saques. Si lo que no te gustan son los zapatos, no los mires, imagínate los que te gustan y que estás andando en ellos. A veces hay que prestar atención a lo que no nos sienta bien, sobre todo si nos hace daño.
El sonreír a alguien y por dentro estar echando pestes sobre la persona no es pensamiento positivo – es tener una fachada “happy happy”. Lo que sientes es lo que importa, es a lo que hay que prestar atención, y si el ignorarlo no ha funcionado sino que se ha hecho más grande entonces es que hay que sanarlo; verlo, entenderlo y liberarlo. Cuando algo no desaparece es que está mostrándote una creencia o patrón limitante que está preparado para ser liberado.
Otras veces nuestros mecanismos de defensa provocan una disociación de las emociones. Esto ocurre cuando pasamos eventos o infancias difíciles. En estos casos parece que la persona está bien con todo, asume todo tipo de sufrimientos sin que parezca que le afecte demasiado, con buen temple, pero por otro lado no tiene la capacidad de conectar a nivel profundo emocional, esto se debe a la disociación. Por un lado puede pasar por situaciones dolorosas con toda tranquilidad, pero por otro paga el precio de no poder emocionarse, o sentir lazos emocionales profundos e íntimos. Esto también es un síntoma del Muro de Corazón, que es una protección que pone el subconsciente para evitar que muramos de un corazón roto.
Cuando una persona dice que no entiende porque desarrolla esta o aquella enfermedad si solo tiene pensamientos positivos, es que no es consciente de los negativos. Somos seres emocionales, y las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente nos proporcionan información, (creo que no está demás volver a repetirlo), si no experimentas ninguna emoción o pensamiento negativo es porque has aprendido a reprimirlos, como mecanismo de defensa, y no estás viendo la realidad. El pensamiento positivo siempre no es real, es un mecanismo de defensa que se ha creado para poder seguir viviendo. Como dice el Dr. Gabor Maté, -no necesitamos pensamiento positivo ni pensamiento negativo, lo que necesitamos es pensar. Pensar quiere decir no saturar tu visión con vibras negativas o positivas, es simplemente estar abierto a ver lo que es, a ver lo que hay.- Vivimos en una sociedad tremendamente dura y cruel, y el dolor es una consecuencia lógica y natural para cualquier ser humano que crece en ella. La energía nunca deja de existir, solo se puede transformar, por lo tanto estas emociones no reconocidas no desaparecen, acaban mostrándose de otras formas; enfermedades, desastres, dolores físicos… de cualquier forma que puede, porque esa es su misión, informarte de lo que está pasando a nivel interno.
«Cuando tu vibración está en armonía, tu cuerpo produce lo que sea que necesita para mantener ese equilibrio perfecto.»
Abraham-Hicks
Si quieres deshacerte de tu bagaje emocional ponte en contacto conmigo, será un viaje, te lo aseguro.
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