Cuando yo llegué a Estados Unidos tenía 15 años, me chocó enormemente cómo parecía responsabilidad del Estado educar a la población, todo el mundo lo asumía, quizá inconscientemente. No sólo aceptaban que el estado tenía la responsabilidad de educarles, sino que había una adoración exagerada a la patria, algo a mí ver enfermizo, un adoctrinamiento e infantilismo obvio, en el colegio, en las series de televisión, en todos lados. No se podía decir nada en contra del estado, la policía era sagrada y la autoridad absoluta. Eso ni en España ni en la Europa que yo conocía era así, y eso que veníamos de una dictadura, y yo personalmente de un colegio interno británico en Suiza! y de una educación familiar bastante estricta en cuanto a modales y comportamiento, como era más habitual entonces. Pero la energía que se respiraba en ese país era diferente, era como una dictadura encubierta por la frasecita “the land of the free” que estaba por todos lados. Había como miedo a hablar contra el país, el estado, las costumbres, la cultura, los ideales, nada que fuese políticamente correcto se podía cuestionar, era el mejor país del mundo, eran el centro del mundo, nadie les hacía sombra, no tenían nada que aprender de nadie, ellos habían perfeccionado el capitalismo y la democracia, y el progreso del libre mercado, eran expertos en la libertad y lo que ello significaba. Y sin embargo, yo no sentía en absoluto esa libertad, al revés, no había libertad real alguna. Como individuo no podías elegir pensar por ti mismo, disentir con los valores y los derechos que el estado había asentado como los verdaderos. El saltarse una ley, la que fuera, le daba permiso a la policía a arrestarte in situ, y todo el mundo pensaba que eso era lo democrático y lo correcto, así se defendía la libertad de todos. Pero, ¿y la libertad individual? ¿Qué pasa cuando, por el bien de todos, yo no puedo hacer el amor en la postura que a mí me gusta? Sí, sí, había ciertas posturas que en algunos estados estaban prohibidas; en Florida en los 80 no podías hacer el amor a cuatro patas, esa postura estaba prohibida. Recuerdo una noticia que salió en el periódico, una pareja fue arrestada en su casa mientas practicaban sexo en la postura del perrito. La policía pasaba por delante de la casa, vio la puerta principal entreabierta, y entraron para ver si todo estaba bien. Encontraron al matrimonio haciendo el amor fogosamente pero en una postura prohibida, y les arrestaron, en su propia casa, en su propia cama, practicando sexo consentido con su pareja, porque él le estaba dando por atrás. Eso es una noticia real que se me quedó grabada, me la leyó mi hermana que todos los domingos se leía el interminable periódico de pe a pa, yo por supuesto ni la tira de comics.
En verano volvíamos a España, y eso sí que era libertad, era una cultura sana, limpia, espontánea, alegre, sin complejos y sin miedos. La policía estaba para ayudar, mis recuerdos de entonces de los guardia civiles o los policías locales son que eran encantadores, educados, aunque yo hubiese cometido la infracción, comprensivos, orientativos, no había doctrina en ellos, ni autoritarismo fascista, eran personas con sentido común y capacidad de decisión, evaluaban todos los datos y peculiaridades de la situación, la valoraban, y respondían de acuerdo a las circunstancias específicas. Esto en España desgraciadamente ha cambiado, y recuerdo perfectamente el momento en que sentí que la policía en vez de un apoyo a la ciudadanía era alguien de quien escapar o esconderse. Un viernes 2010, periferia de San Sebastian de los Reyes, Madrid, sobre las 10:00 de la noche, salí de casa para ir al chino que estaba a 200 metros, mi perrita Bahamas, 12 años, iba olisqueando los puntos clave por delante de mí, sin que yo tuviese que decir nada paró en el paso de cebra, esperó a que llegase y juntas cruzamos la calle. Al cruzar salieron dos policías vestidos de calle escondidos detrás de un coche para cogerme infraganti y multarme gravemente por llevar al perro suelto. Ya vas en alerta, ya sea por el perro o por no ponerte el cinturón de seguridad o por chorradas que implican la libertad individual de uno, volví a sentir lo mismo, era la misma sensación de cuándo veías a un policía en Estados Unidos; miedo. Este adoctrinamiento también lo siento en la gente ahora, parece que todos pertenecen a la secreta, porque al igual que en Estados Unidos entonces, no te podías fiar de nadie, cualquiera podía denunciarte por fumarte un porro, o por lo que fuera que la doctrina del estado había decidido que era malo para ti y que no lo podías hacer, últimamente aquí es lo mismo, parece que todo el mundo está vigilando a ver si las leyes y las normas se cumplen, o incluso si disientes de ellas, porque por la libertad de todos tú no puedes disentir. El sentido común ha desaparecido y con él las personas.
El estado del capitalismo es igual de castrante para la libertad individual que el del comunismo. La industria crea clones, todos deben vivir de la misma manera, educarse de la misma manera, curarse de la misma manera, pensar lo mismo, comprar lo mismo, decir lo mismo, vestirse igual, tener la misma apariencia. Si te manifiestas en contra o favor de algo que el estado la constitución y la democracia ha denominado como un valor o un derecho, o que no tiene valor ni derecho, estás sentenciado al insulto, a la ridiculización, a la exclusión, incluso a que te arresten o denuncien, tus ideas no son respetables, no se pueden sopesar ni valorar. Cada vez más nuestro país se parece a ese país de gentes adoctrinadas y falta de libertad individual absoluta. Los de la izquierda se lo han tragado tanto como los de la derecha, no hay diferencia entre ambas manos de un mismo estado. No sólo nos hemos creído lo del estado de la libertad sino que lo defendemos a capa y espada, y somos más esclavos que nunca. El sueño Americano ha sido importado como adoctrinamiento de estado.
Por qué no podemos escoger la forma de sanarnos, por qué no entran en la seguridad social todas las diferentes vertientes y variantes de curación que hay hoy en España. La falta de camas, de personal o de lo que sea que haya escasez porque siempre la hay, se solucionaría, porque hay tantas gentes como formas de curación, es decir no existen enfermedades sino enfermos. Y por qué debo aprender la historia y la ciencia que el estado establece como la auténtica, cuando hay muchas otras teorías igual o más certeras que las oficiales. Porqué debo yo meterme en una forma de vida que no me interesa como la de trabajar por un salario. Porqué es el estado el que decide si eres un estorbo, válido, o un vago y no eres bueno para la sociedad, cuando el estado mismo es el mayor centro de corrupción y sanguijuelas conocidas, y en esto estamos casi todos, sino todos, de acuerdo, sin embargo, a pesar de las evidencias, la gente sigue yendo a votar pensando que van a cambiar algo. Esto es adoctrinamiento, ya no se piensa, ya no se disiente, ya se obedece con la cabeza gacha, porque el estado y los que mandan saben mejor lo que hay que hacer, ellos están preparados, hay que confiar en ellos porque trabajan para nosotros, cuando todo el mundo sabe que esto no es así. Esto es adoctrinamiento. Y en España no olvidemos que el que sentó las bases del estado de bienestar y la seguridad social fue un dictador fascista.
Un estado que estuviese centrado en la libertad individual de las gentes, que tuviese como valor primordial el bienestar común, que tuviese como meta que todo el mundo tuviese lo necesario para vivir dignamente, como dice la sagrada constitución, no daría la sanidad y la educación pública, daría la casa, la energía y la comida, estos sí deberían ser derechos individuales exigibles, porque esto es lo básico para poder sobrevivir. Con la base garantizada la persona podría crecer libremente, explorar quién es y qué ha venido a desarrollar aquí. No somos sólo un cuerpo, ni hemos venido aquí a aspirar a estudiar una carrera para tener un salario fijo para poder sobrevivir. Hemos venido aquí a desarrollarnos como seres humanos, a aprender a vivir en comunidad, ayudando y apoyándonos unos a otros para que cada uno pueda desarrollarse en todas sus vertientes, la espiritual, la humana, la mental, la creativa, la emocional y la afectiva con plena libertad, y poder así evolucionar como especie.
Pero esto, argumenta el estado, es mantener a vagos, eso sería un caos, nadie trabajaría, pero eso vuelve a ser adoctrinamiento. Primero no lo sabemos porque no lo hemos probado científicamente, es decir un estudio de prueba y error, pero es que la ciencia oficial no acostumbra a ratificar los pilares teóricos en los que asientan sus bases. Para esta teoría del vago se basa en la teoría de Darwin, que dice que el ser humano para sobrevivir debe ser mezquino, egoísta y competitivo, cuando la naturaleza nos demuestra todo lo contrario, que la supervivencia se basa en la capacidad de la cooperación y el apoyo mutuo. Pero, como casi todas las teorías científicas que el estado mantiene como verdades, proviene de un hombre bastante mediocre, poco brillante, como la gente que compone los gobiernos. Una familia que tiene las necesidades básicas cubiertas, una casa que les de cobijo, comida, agua y energía, en ese ambiente no se respira la angustia de no poder pagar el alquiler, de no poder comer, del frío, y el estrés y el pánico que genera la pobreza y la escasez. Una familia con eso cubierto será una familia estable, más o menos equilibrada, donde crecerán niños saludables, y en su gran mayoría se convertirán e adolescentes sanos, despiertos y seguros. Si observas a los adolescentes, que son los adultos del futuro, ves que la vida es imparable, que ninguno va a preferir quedarse de brazos cruzados, que todos tienen sueños, ganas, ideas, energía. Tranquilo Papá Estado, el ser humano no necesita vivir de ti, necesita que propicies y proporciones las mismas oportunidades a todos para poder vivir dignamente, eso es todo lo que el estado debería dar a sus gentes, eso es la única igualdad en la que nos deberíamos centrar, la igualdad de oportunidades. Es la gente la que mantiene al estado, no al contrario, y es el estado el que le debe dar a la gente lo que mejor le viene, lo que más fuertes y libres les haga, para que puedan desarrollarse como individuos únicos e irrepetibles que es lo que somos. No necesitas educar a tu gente, porque la gente no es tonta, sabe educarse a sí misma y va muy por delante del conocimiento académico del momento y con información mucho más veraz. La gente se vuelve tonta al adoctrinarla, es decir al ser educada por el estado que le dice qué tiene que pensar y creer, esto es lo que vuelve a la masa idiota.
Entonces ¿porqué son la sanidad y la educación derechos exigibles y no la vivienda, la energía y la comida? La salud y la educación deberían ser responsabilidad del individuo, la responsabilidad del estado es proporcionar lo esencial para la vida de las personas, y eso no es el médico, este se necesita una vez que lo esencial ha faltado. Y tampoco la educación es algo que debería ser responsabilidad del estado, a menos que lo que se busque sea adoctrinar y no educar. En la época que vivimos la información está al alcance de todo el mundo, siempre y cuando tenga una casa con energía, medios que el estado debería proporcionar. La educación debe ser libre. Lo que gastamos en vivir todos los meses bien daría para formarte con los mejores maestros del mundo y tener acceso a las mejores terapias que existen. El estado de libertad y democracia ni es libre ni es demócrata, es una dictadura en la sombra, y como la gente está adoctrinada, llena de creencias falsas, no lo ve, y lo peor, ni lo quiere ver.
El estado de bienestar y libertad está convirtiendo al ser humano en zombis. Ahora veo en España lo mismo que veía en Estado Unidos, un sistema de creencias tan arraigadas que las personas no quieren ni cuestionárselas, si lo dice el estado es porque sabe más, sabe mejor, nosotros no sabemos nada. A pesar de que ese estado está dirigido por gente mediocre, usurera, mentirosa, ambiciosa, avariciosa, peligrosa e inhumana la gente sigue yendo a él para pedirle protección y ayuda. Eso es adoctrinamiento, y lo hemos importado de Estados Unidos. Consiguieron que el resto del mundo importara las formas de su amado y adorado país, el mejor del mundo, el que no tenía nada que aprender de los demás se ha cargado al resto de las culturas y ha impuesto la suya. La mayor dictadura encubierta, el mayor imperio de la historia ya se ha asentado y se llama el estado de democracia. The land of the free.