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La Sanación No Es Un Camino Lineal

Sanar no quiere decir que el daño nunca existió.
Quiere decir que el daño ya no controla tu vida.

-Anonimo-

Nuestra programación está compuesta por capas, es decir el camino hacia la “sanación” no es un camino lineal y recto; tengo esta condición o síntoma y lo quito de en medio, se terminó el problema. Esto según mi experiencia es muy pocas veces así, y cuando lo es quiere decir que no estamos tocando programación, sino algo muy puntual. Pero lo que nos trae por el camino de la amargura, lo que nos encontramos una y otra vez en nuestra vida, eso que intentamos ignorar pero cada vez se va haciendo más grande siempre tiene que ver con la programación.

¿Qué quiero decir con programación? Pues los patrones de pensamiento y creencias sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea, que adquirimos en la infancia y que da forma a la manera en la que percibimos nuestras experiencias. Todo el mundo puede entender esto, dos personas puestas en la misma situación y bajo las mismas condiciones van a tener experiencias distintas, no porque el entorno cambie sino porque la visión que tiene cada uno de sí mismos y del entorno cambia. Cada uno lo va a ver a través de sus lentes y esas lentes están graduadas según los patrones de supervivencia que cada uno ha adquirido, mayormente en la infancia. Esto los convierte en mecanismos inconscientes y automáticos que suceden sin que el individuo sea consciente de ellos.

Lo queramos creer o no somos animales, y nuestra biología no está separada del resto de mecanismos que nos rigen como el instinto, las emociones, los pensamientos, la química. No somos un mecanismo lineal que tenga un principio y un fin, no hay en dónde acaba la emoción y empieza el instinto, o dónde empieza el pensamiento y termina la química del cuerpo. No existe un órgano dañado si no ha habido antes un shock emocional potente, que ponga la supervivencia en jaque. Y cuando digo supervivencia seguramente la mayoría de la gente piense en una escena de guerra, o un ataque violento de algún tipo, un accidente, pero para el conjunto del organismo una situación de supervivencia puede ser que el trabajo esté en peligro y por lo tanto la forma de alimentar a la familia,  o que la pareja se vaya lo que pone en peligro la estabilidad del nido, o que  te diagnostiquen una enfermedad que ponga en peligro tu vida, o que uno de los padres se enfade y te retire la palabra lo que es una exclusión del clan, todas estas situaciones son para el organismo que recibe la información a través de la emoción, situaciones en dónde la supervivencia está en juego y por lo tanto los mecanismos de defensa programados con anterioridad saltan para combatir la situación.

Unos pueden experimentar ataques de ira, otros salir corriendo, otros ansiedad y paralización, otros depresión, y tanto la respuesta como la percepción sobre la situación estará determinada por la programación adquirida en la infancia. Es decir si en tu familia en los momentos de estrés lo mejor era estar calladito para sobrevivir ese es el programa que saldrá automáticamente, si lo mejor era desaparecer eso harás, si lo mejor era asentir y doblegarse así hará el mecanismo cuando se vea en peligro, y si lo mejor era atacar para defenderse esa será la respuesta automática, y también de forma automática la biología lo reflejará en el órgano correspondiente a cada función. Muchas veces veo que la gente cree que este tipo de cosas son parte de su personalidad, de cómo ellos son, y en absoluto es así, muchas cosas que tomamos como que eso es parte de mí forma de ser, “Yo soy así”, no son en absoluto ellos sino que son programaciones que otros les han programado, no las han elegido, ni las desean, ni tienen nada que ver con ellos y sin embargo las aceptan como partes inmutables de su ser.

Las capas que componen la programación son precisamente estas vivencias que experimentamos a consecuencia de nuestras percepciones personales, éstas van reforzando las creencias basadas en lo que nos han dicho sobre nosotros y el mundo, y viceversa las experiencias nos muestran esas creencias de vuelta.  Por eso la “sanación” es la liberación de las capas de patrones, hábitos, emociones atrapadas, impresiones energéticas y demás capas que estas vivencias han ido apilando, para llegar al núcleo que sería la creencia.

No es posible ni deseable de golpe y porrazo cambiar todo su sistema de creencias a una persona, la desorientación crearía mucho más conflicto del que la persona ya tiene. El camino a la sanación es ir poco a poco deshilando esa maraña de creencias, patrones, mecanismos de defensa y percepciones que están afectando negativamente a la persona. Este suele ser el trabajo de toda una vida, hay épocas en las que el trabajo interior es muy intenso, y hay otras épocas que pueden traducirse en años, que son más tranquilas. Pero en algún momento una nueva capa de eso que ya te has trabajado hasta la saciedad volverá a salir, y ese patrón que te llevas trabajando años vuelve a fastidiar, y esto nos desespera, parece que todo eso que hemos hecho no ha servido para nada, “aquí está de nuevo esta emoción, esta situación, este reto con otro nombre, en otro sitio, con otro color pero el mismo patrón de siempre”. Pero si te fijas no es igual, ahora tienes una percepción diferente sobre el tema, ahora eres más consciente y seguramente lo que se libere sea lo mismo pero con un matiz diferente.

Y entonces para qué sirve trabajarse diría uno, si nada cambia, si me voy a encontrar con lo mismo una y otra vez. Según yo lo veo por dos cosas, la primera es que la intención al venir aquí no es deshacerte del tema que se te repite sino jugar con ello en esta vida. Y segundo al ir deshaciendo capas de programación la perspectiva sobre el asunto irá cambiando, se hará más llevadero, habrá otras opciones a tu alcance, habrás avanzado en la forma de manejarlo y de encajarlo, cosa que si en vez de ir quitando capas lo que haces es sólo seguir añadiendo llegará un momento en que el tema se haga insuperable y te amargue la existencia. Por ello es esencial no desanimarse, entender que es un proyecto de vida, que seguramente haya muchos momentos de frustración, de tristeza, de cabreo, de impotencia, pero cada vez te darás cuenta antes de que todo ello forma parte de tus patrones, cada vez serás consciente antes de lo que está pasando, cada vez la comprensión será más clara, y también lo será la solución.