El Verdadero Engaño Es Convencerte De Que El Mal Está En Tí.

El verdadero engaño del New Age es convencerte de que no hay una fuente del mal, de que la maldad no tiene una verdadera intención de hacer el mal, sino que es un ser humano normal que está lidiando con sus propios traumas y ayudándote a tí a ser mejor persona. Por lo tanto los humanos que están siendo atacados y depredados por estos malignos son obligados y hostigados a buscar dentro de ellos la fuente del mal, de la incapacidad de avanzar, de la incapacidad de perdonar.

El humano acaba agotándose emocionalmente y convenciéndose de que el origen de su mal está en él, cuando el origen es ese demonio no identificado y glorificado por ser el maestro zen que te refleja lo que tu eres para que lo puedas transmutar, engañando aún más a la persona sobre el verdadero origen de su sufrimiento y culpabilizandola por ello. En ocasiones llevándola al abismo y en otras desvirtuando tanto quién Es en realidad que necesita disociarse de sí misma por la falta de coherencia interna, y acaba pasando al otro lado convencida de su maldad. Este es el mayor triunfo para el psicópata, convertir a un Humano en reptiliano, que entregue el poder de sus chacras superiores y funcione sólo con los tres inferiores. Las energías primarias de la supervivencia, el constante estado de alerta.

El humano debe darse cuenta que sí hay personas y organismos poseídos por el mal, que no comparten los códigos innatos de inocencia y moral del ser humano. Que conspiran contra los humanos de forma consciente y que viven entre nosotros como si fuesen humanos. Es difícil vencer en un juego si las reglas del juego son diferentes para los concursantes, si una  parte se las puede saltar todas y además sin que el concursante perjudicado lo sepa el juego se le va a complicar sustancialmente. Ayuda a entender mejor las reglas del juego el saber que el mal se disfraza de bien, dice querer el bien, pero sus intenciones son totalmente opuestas a lo que dice y todo lo que haga será para complacer esas intenciones malignas. El mal siempre culpará al bien por sus desgracias, por sus fracasos, por su ineptitud, por su falta de solidaridad, cuando todo ello ha sido cuidadosamente manipulado y ejecutado por el mal conscientemente. El bien, como quiere estar en coherencia son su esencia se cuestionará su bondad, su actitud, sus acciones, y debe saber que no es culpable, que no es inadecuado, que no es defectuoso, que ha sido saboteado.

Los humanos tenemos como motor una vibración mayor, la vibración del corazón, de la consciencia innata del bien y del mal. En esta batalla contra el traicionero mal se pondrá al humano una y otra vez en situaciones de profundo miedo, pavor, inseguridad interna, situaciones de desesperación en las que va a tener que escoger entre seguir con esa consciencia innata de lo que es digno, moral, justo, honesto, o por una promesa de seguridad doblegarse a sus principios y entregar la voluntad de su ser al mal, por esa promesa que siempre será incumplida. Lo único que te mantendrá en el lado luminoso es vencer el miedo a la pobreza o a la soledad, y seguir eligiendo el bien, lo que tu corazón te dicta, lo que está en coherencia con tus valores, con lo que tú sabes que es bueno, que es sano, que es fresco, que es verdadero y duradero. La respuesta siempre es amor, empezando por el amor a uno mismo.

Encuentros Con Alma

Esta Sesión de Sanación es una activación que te ayudará a dar con creencias limitantes y cambiarlas. La puedes usar muchas veces para deshacer dolores, o estados emocionales difíciles o creencias. Espero que te acompañe y que la uses muchas veces.

Enfoque:

El momento que estamos viviendo ahora es energéticamente muy intenso, hay gran contraste entre el yin y el yan, entre las fuerzas masculinas y las femeninas, entre la luna y el sol, entre las sombras y la luz, entre la Verdad y las mentiras.

El mejor enfoque para poder discernir somos nosotros mismos. Para ver lo que hay fuera primero debe haber claridad dentro. Para descubrir la mentira fuera primero debe haber verdad dentro. Para encontrar la coherencia fuera primero debe haber integridad dentro.

Aprovecharemos el momentum creado por lo que estamos viviendo externamente para llevarlo hacia dentro y ver dónde está conectado a nosotros. Todo lo que molesta, lo que afecta, lo que acciona algo está mostrándonos el ancla en nosotros.  Tiraremos del hilo de nuestras creencias, de una forma suave, para llegar al anclaje que nos hace reaccionar emocionalmente.

Intención:

La claridad, dejar ir de patrones antiguos, de creencias disonantes que distorsionan la realidad de Quién Eres En Realidad, y poder así asentarte en tu Ser y dirigir tu poder y sabiduría innatos.

Estela Davila

www.estela-davila.com

Felíz Año 2021 – Felíz Nueva Era

FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO
Y ERA NUEVA

Este año he tardado un poco en felicitaros el año. No ha sido un año habitual, y no tenía claro qué quería escribir, hay tantos puntos de vista para dirigirse a la época que estamos viviendo, pero me gustaría tocar lo que para mí es lo más esencial. Esta es una época histórica, en la cual agradezco enormemente estar viva y ser parte de ella. El mundo está bajo un cambio sin precedentes, los principios bajo los que nuestra cultura se ha regido en los últimos siglos han sido estirados hasta que ya no dan más de si, no se pueden mantener como bases correctas, éticas, ni científicas para la evolución del ser humano y su supervivencia. Bajo mi perspectiva estamos en medio de una guerra del siglo 21, dónde en vez de armas se usa exclusivamente el terrorismo y la manipulación mental. Es una guerra de creencias. De ideologías. Pero como sabemos las creencias no tienen que ser verdad para que uno se las crea y cree en consecuencia a ellas.

Esta corrupta y engañosa línea de comportamiento del establishment está asentada sobre unas cuantas creencias, que forman la base de nuestro sistema de creencias a nivel colectivo y que son erróneas, mentiras, se ha manipulado la información a voluntad y se han enseñado como verdades académicas.

Las bases de nuestra economía, sanidad y educación van en contra de la supervivencia de la especie. Están basadas sobre dogmas científicos que nunca han sido probados, como la teoría de la evolución de Darwin, o la teoría de la infección de Pasteur, la materia es lo único que existe de Newton, o el valor del ser humano según los principios de la evolución deben ser medidos por sus posesiones materiales, según Adam Smith. Nos puede parecer que esto es anecdótico, que es irrelevante hasta cierto punto el que estas teorías sean erróneas, pero lo que está pasando ahora en el mundo tiene todo que ver con esas teorías asentadas como verdades irrefutables. Estamos en un paradigma de ideas que observadas desde una visión científica y holística se caen por su propio peso. Todas ellas aseguran que el hombre no es más que materia que se ha unido al azar y formado este ser inconsciente, egoísta, competitivo, sin moral ni ética, movido por el miedo a todos los frentes violentos, visibles e invisibles, a los que la vida le expone constantemente, y preparado a  defenderse de forma agresiva antes que sensata y compasiva.  Y puede que en apariencia para un gran número de personas sea así ya que lo que creemos crea nuestra experiencia, y la vibración del miedo y el estrés es la que la gran mayoría práctica.

Los científicos que se han centrado en entender la vida y cómo funciona, no han tenido en cuenta la materia desde hace más de 40 años, se centran en entender la energía, y al entender la energía comprendes la materia. En el último siglo han probado que el ser humano es energético en esencia, que está vinculado a su entorno e influye en él. Que las células crean aquello que necesitan por sí sólas y se van adaptando según lo que el entorno les pide. Las bacterias y los virus no invaden el sistema desde fuera, se originan dentro de los tejidos enfermos con el propósito de limpiarlos. Se ha probado que no existe la observación objetiva, porque afectamos aquello que observamos, y todo cambia constantemente e inmediatamente, por lo tanto no hay ningún aparato ni test médico que pueda tener valor alguno por sí sólo. La materia es energía condensada, los cambios en los tejidos son el resultado de cambios energéticos y no pueden ser rectificados por intervenciones a nivel tisular. Se ha demostrado que el ser humano no sólo está conectado energéticamente  a otros seres humanos también a todo lo demás. Todo, las fuerzas cósmicas y las terrestres afectan a la vida en la tierra y a la estructura humana. Nuestra vibración afecta a nuestra experiencia y a nuestro entorno. La infección por contacto físico no es correcta, lo que afecta a una comunidad son las sintonías vibratorias, conflictos que pueden estar afectando a un grupo de gente que está sintonizado a una misma vibración, que están viviendo una situación de una manera determinada.

El Dr. Ryke Hamer probó que toda enfermedad es una expresión  de un estado energético/emocional de desequilibrio, él descifró el lenguaje biológico, y asoció los conflictos emocionales con las enfermedades acertando en el 100% de los casos, esto no es una teoría, se convierte en una ley biológica. Es decir lo que afecta a la materia, al comportamiento de los genes, a la expresión de la fisiología, es un estado vibratorio no algo material, el cual nosotros percibimos en emoción y pensamiento.

Sabemos que lo que más influye en nuestro campo toroidal, (que es el campo energético que procede de ti y vuelve a colapsarse en ti, y proviene de la energía que tú emanas), es el estado de nuestras emociones, de nuestro sentir interno. Obviamente las emociones que contribuyen a su estabilidad y armonía son la paz, la tranquilidad, la quietud, la felicidad, la satisfacción, la gratitud, este es nuestro estado natural. Cuando estamos en estos estados, esta primera piel electromagnética es una barrera energética que atrae hacia sí experiencias que resuenen con esa vibración, y las que no resuenen con ella quedan fuera de nuestra percepción, de nuestra experiencia. Cuando por el contrario estamos envueltos en estados de miedo, nerviosismo, inquietud, desconfianza, rencor, envidia, juicio, esta es la vibración que emana esa bola energética que nos rodea, y por tanto es la señal a la que está sintonizada. Este estado de incoherencia debilita enormemente nuestro sistema inmunológico, nuestra vibración, ya que es un estado alterado del ser. El estado de estrés está diseñado para momentos cortos y específicos. El momento en que hay un peligro inmediato y concreto, un encuentro con un león, un accidente, un atraco, pero una vez que el episodio se acaba, y suele ser corto e intenso, el estado de estrés deja de ser necesario. 

Si sabemos que la infección es una teoría errónea, y sabemos que nuestro estado emocional y mental son los que crean nuestro estado de salud entonces no es difícil ver que todo lo que hoy se ha montado en el mundo es o  una mentira perpetrada por hombres muy malos, o una mentira que se han creído hombres muy necios, en todo caso o estamos gobernados por malos o necios. Yo personalmente prefiero no ser guiada ni por uno ni por otro, me guío por lo que me dice mi corazón y mi sentido común. Y es esto lo que en este momento tan crucial e importante en la evolución del ser humano nos están pidiendo. Es momento de revisar creencia por creencia que hemos dado por hecho, hemos aceptado como verdad y no la hemos comprobado. Se nos está pidiendo que conectemos con el corazón, y que todo lo que sea incoherente y que no nos siente bien, vaya en contra del sentido común, de la ética, de la libertad del individuo para expresarse como es, sea revisado. En ciertos casos serán creencias base, que tendrán que ver quizá con ideologías heredadas las cuales te han dicho que definen quién eres. A veces estas creencias pasadas de generación en generación forman tan poderosamente parte de la propia identidad que cuesta separarse de ellas, pero debemos recordar que somos mucho más que nuestras creencias. Nuestras creencias no definen quienes somos, definen sobre qué estamos enfocados, y cómo percibimos nuestro entorno, pero no son Quienes Somos. El Ser Humano es Energía, y el potencial de la energía es infinito.

Por eso esto es una guerra basada en las creencias, si la gente consigue romper las cadenas invisibles de las creencias que les mantienen en miedo y esclavizados, todo el paradigma cambia, pero para cambiar globalmente primero el cambio tiene que ser individual, por eso la libertad individual es esencial, y prioritaria. En Diciembre entramos oficialmente en la Era de Acuario, estamos ahora en le punto 0. Llevábamos 200 años en la Era de Piscis que estuvo marcada por el materialismo, el consumismo y el control. Con esta nueva energía de aire acuariana se nos abre una nueva ventana que apoya la innovación en nuevas tecnologías, la unión, la paz, la integridad, la cooperación, la confianza, donde la inconsciencia colectiva está preparada para hacerse consciente, sacar a la luz las mentiras e instituciones a las que les falta integridad, y darle el poder a la gente. Por eso es muy importante trabajar con las creencias inconscientes, traerlas a la luz y cambiarlas, para poder asentar las bases para una nueva etapa dorada en integridad y unión. 

Ejercicio:
Todas las noches al meterte en la cama, pregúntate esto:
1- Han cambiado en algo mis creencias hoy? y si es así, ¿en qué?
2- He aprendido algo nuevo hoy sobre mis creencias?

El Ser Humano Es Mucho Más Que Un Cuerpo

El ser humano, como todo ser vivo sobre la tierra, es una creación maravillosa, es quizá la creación más compleja y detallada de la creación. La maravilla del milagro de la vida ha sido reducida, por el pensamiento contemporáneo, a una serie de circunstancias al azar que a base de errores, mutaciones y lucha llegó a crear todas las especies vegetales, animales y minerales sobre la tierra. Sólo observando la naturaleza uno es consciente de que es un ecosistema donde todo tiene una función concreta y perfecta dentro de él. Nada es dejado al azar, y cuando lo que consideramos nosotros como un error ocurre también tiene su función tanto biológica como energética. Sólo una mente obtusa cuya mirada es reducida a un punto concreto e inflexible es incapaz de ver que la vida es regida por una consciencia superior a la nuestra. El ser humano en su soberbia, rigiéndose por encima de la naturaleza y mirándola como errada en algún sentido, se hace totalmente ignorante al creer que él, en su limitada comprensión del Todo, puede mejorarla en sentido alguno obligándola a hacer algo contrario a lo que está haciendo sin siquiera contemplar con humildad la posibilidad de que haya una razón justificada para ello. La ciencia hoy en día ha sido secuestrada por mentes soberbias, necias, mezquinas, prepotentes, avariciosas y egocéntricas, cuya intención no es averiguar la verdad de las cosas ni el funcionamiento de la naturaleza, tanto la que nos rodea como la del ser humano, sino usarla en su beneficio, todo está interpretado de acuerdo a intereses más allá de la verdad de las cosas. En un mundo donde se nos ha separado de la naturaleza y su fluir, nos inculcan que no somos parte de ella, que la podemos dominar, dirigir, mejorar, explotar porque estamos por encima de ella, y esta es la primera distorsión de la realidad, de una ley natural fundamental: venimos de ella, no se nos puede separar de nuestro entorno natural e innato y esperar que nuestro funcionamiento biológico y energético sea el correcto.

Somos seres vivos, no máquinas que se pueden desarmar y volver a armar. Tenemos una chispa dentro de nosotros, la energía vital, que es lo que nos da la vida. Estas mentes consideradas hoy en día las proveedoras de la verdad, no podrían reproducir en un laboratorio ni una sola célula viva sin la materia prima creada por la naturaleza. No pueden crear vida de la nada, la maestra en hacer eso es la naturaleza, y pretenden darle lecciones de lo que debe cada organismo hacer. Esto es pura ignorancia, necedad, narcisismo, es perder el contacto con la realidad más elemental, es estar demente y tener delirios de grandeza, es esquizofrenia. Y esta esquizofrenia se nos ha enseñado como la mayor verdad sustituyendo a las leyes naturales.­ La humanidad está mentalmente enferma porque se le ha enseñado bases erróneas sobre la realidad de la vida, sobre las leyes naturales fundamentales que rigen sobre todos los organismos vivos, incluido el ser humano.   

El hombre cuando está en contacto con su naturaleza y la de la fauna y flora de la cual es parte, puede acceder a su sabiduría innata. Tiene conexión con su intuición, su sentido común, puede entender en sí mismo los cambios que los agentes externos como el frío y el calor, la humedad o la sequedad ejercen sobre él porque ve cómo afectan a los animales y vegetales de su entorno. Lo entiende perfectamente porque siente cómo un estado emocional negativo o traumático acarrea consecuencias físicas, esto es algo lógico y perfectamente comprobable. Cuántas veces decimos que a este le mató el disgustó, o a esta el sufrimiento le provocó un cáncer, o una depresión, o que se volvió loca por la pérdida de su hijo. Todo el mundo sabe cuál es la fuente de su mal, sin embargo van al médico y este le dice que su cuerpo está produciendo una enfermedad sin que sepan el motivo, es un accidente, un error de la naturaleza y que has tenido la mala suerte de que te haya tocado. Que como el cuerpo es una maquina carente de inteligencia, compuesta por partes, sin consciencia alguna, van a intervenir y arreglar esa parte que está dañada, como si fuese un coche. Y es que la visión de un médico no puede ser correcta a menos que incluya la energía vital, la consciencia, la sabiduría innata a toda vida. Sin embargo esta nueva religión llena de dogmas, se niega a admitir la energía como parte del cuerpo humano. Y en esta presunción de que todo es materia, sin una consciencia inteligente que la rige, el ser humano también tira por la ventana su sabiduría innata de la inteligencia de la consciencia. Si la niega no la puede acceder.

Esto es básicamente lo que está pasando ahora, se nos quiere separar como maquinas individuales, que pueden ser afectadas por un virus, como los ordenadores, y que la forma de evitarlo es impidiendo el contacto físico entre las personas. Primero se nos separó de la naturaleza, y ahora se nos quiere separar de nuestros semejantes. Con cada separación el ser humano va perdiendo más contacto con su conexión natural, con lo que le ha dado y mantiene su vida, con la energía vital y sabiduría innata. Su entorno ya no es el natural, sus relaciones ya no son las naturales, su alimentación ya no es la natural, nada a su alrededor se rige por las leyes naturales de la naturaleza y esto se nos enseña que es lo correcto y la forma de preservar la salud. Puede haber un pensamiento más ilógico, estúpido e irracional que esto? Pues sin embargo la gente se lo cree sin cuestionarlo. Como la nueva religión enseña que no hay nada superior a la materia y a lo físico la gente está programada a no cuestionarlo, a aceptar esa verdad por encima de lo que siente y de su sabiduría innata, esto crea todo tipo de cortocircuitos como la ansiedad, el miedo, la angustia, los ataques de pánico, la preocupación, etc., porque estas creencias van totalmente en contra de la verdad y de lo que es bueno para uno. Sino la sensación sería de paz, de tranquilidad, de armonía, de salud, de bienestar. De nuevo, los médicos industriales dicen que eso no tiene base científica, que lo único que existe es el cuerpo, que la mente hay que medicarla, ya que de nuevo está operando de una forma no deseada por el azar,  un comportamiento erróneo, inadecuado, indeseado y que ellos lo van a corregir. Cuánta soberbia y necedad hay en las bases de nuestras creencias medicas!!

El ser humano es mucho más que un cuerpo. Hemos llegado a un nivel de superficialidad y materialismo donde hemos desechado todo lo que no se puede ver. La nueva religión que se nos ha inculcado es quizá la más cruel y adoctrinadora que ha existido nunca, porque se nos ha despojado del alma, se niega su existencia y su importancia. La nueva ciencia, nacida de la teoría de la competencia y la maldad innata ha ido cubriendo a la humanidad como una sombra. Se ha ido infiltrando en todos los recovecos de nuestra inmensidad, convirtiendo al hombre en un animal sin compasión, sin maternidad, sin nobleza, sin dignidad. Ha degradado al ser humano y lo ha condenado a ser un animal mezquino, egoísta, ególatra, malvado. Ha conseguido convencernos de que debemos ser adiestrados, controlados y castigados. Se ha hecho con el poder a todos los niveles, y ha impuesto valores y morales de acuerdo a esta imagen errónea, convirtiendo al ser humano en ese pequeño e insignificante ser. Haciéndolo creer que es sólo un cuerpo que viene a acumular cosas y a mantenerlo lo más joven y bello posible. Ese es el éxito que se nos vende; cuánto más bello seas y más abundancia material tengas más valioso eres. Y es difícil ver más allá de eso. Una persona que ni es bella externamente ni rica materialmente sólo puede ser un trabajador incansable, esclavo, para poder obtener algo de respeto.

Todo este montaje alrededor del ser humano es antinatura. Somos parte de la naturaleza como el resto de la flora y fauna de este planeta. Se nos quiere fabricar igual que fabrican las manzanas, todas iguales, sin una sola mancha, con formas perfectas y cubiertas por cera para que brillen, pero son insípidas, tóxicas y carecen de nutrientes. De igual manera el ser humano, ese que al probar un tomate o una manzana auténtica se asombra y deleita con ella, está siendo llevado a la extinción de su autenticidad, de su naturalidad, de su valía, y como un robot sin criterio ni sensibilidad no lo cuestiona, sino que se deja manipular y acepta que sólo su cuerpo es importante, que sólo su cuerpo es real, y sólo su cuerpo es lo que le da vida. Qué aburrido, banal, insípido e insulso es un ser humano superficial, tanto como los tomates transgénicos.

La Era de la Bestia


Estamos viviendo una era en la que nada es real.

Y no hablo sólo a nivel tecnológico y estético, hablo a todos los niveles, aquello que se muestra de una manera es de otra, y con casi total seguridad la opuesta. Nos enseñan, cuentan, dicen que estamos en el mejor momento de la historia, que ahora el hombre es mucho más evolucionado, que ahora el hombre es culto y está educado, que nuestra esperanza de vida es mucho mayor gracias a los avances en medicina, que ahora lo sabemos todo. Esto es pura doctrina, hoy somos mucho más ignorantes que antes, mucho menos evolucionados como seres humanos, mucho más necios, crueles y desleales que posiblemente en cualquier otra época de la humanidad, y estamos mucho más enfermos mental, física y espiritualmente. Debemos empezar a entender que lo que pensamos que es progreso es pura decadencia. Esta mentalidad se empezó a fraguar a partir del siglo XV, cuando el dinero cobró valor propio, antes estaba prohibido que el dinero generase beneficios, era una herramienta que simplificaba el trueque, pero la república italiana sobre el siglo XV quitó esa prohibición, el dinero entonces empezó a cobrar valor por sí mismo, sin tener que apoyarse en algo sólido, y así nació la especulación, la usura y el negocio del dinero, que ha evolucionado hasta nuestros días en que los bancos pueden vender aire, mientras todos los demás deben pagar con dinero.

También en el siglo XV se inventaron las armas de fuego y pudimos empezar a disparar a distancia, escondidos y por la espalda, como dice Enric Costa, es cuando empezó a irse la dignidad y la valentía de nuestra moral. Con la tecnología nos deshicimos de la religión, dejamos de adorar a un ser supremo inteligente y todo compasivo, dejamos de contemplar el alma y el espíritu como valores supremos, y empezamos a adorar a la ciencia, al intelecto, a lo material y al dominio que el ser humano puede ejercer sobre la Creación. En vez de emplear nuestra mayor conciencia y capacidad de decisión e influencia para el bien del planeta, y para todo el que en él habita, como harían unos padres buenos, sabios y conscientes, bajo esta moral progresista lo usamos neciamente, como usureros nos pusimos a usurpar todo aquello que se nos antojaba sin pedir permiso ni perdón. Con la religión tiramos la espiritualidad, la sensibilidad y la ComPasión a la basura pero se mantuvo el adoctrinamiento, el dominio y la tiranía. Tiramos al niño y nos quedamos con el agua sucia. Con las nuevas tecnologías el hombre empezó a creer que estaba por encima de la naturaleza, que la podía dominar y profanar. Hasta entonces la naturaleza era respetada, observada, estudiada, venerada, adorada y cuidada, cualquier intrusismo en ella era visto con recelo y prudencia, incluso temor.

Pero para desgracia mayor de todos la tecnología calló en manos de los hombres de la guerra, que después de la revolución francesa se hicieron con el poder. Porque la igualdad, la fraternidad y la prosperidad no era para la gente ni para la sociedad en general, se peleó para que los militares tuviesen los mismo privilegios que la nobleza. De esta victoria militar nació la alianza entre la nobleza y el ejercito. A partir de esa base se constituyó el estado y la constitución, y como tenían la tecnología para asesinar a poblaciones enteras si rechistaban, implantaron la llamada democracia que llega hasta nuestros días (democracia que sólo un 5% de la población masculina podía ejercer con su voto). Como digo, nada es lo que parece y lo más probable es que sea todo lo contrario; el estado de democracia y la constitución fueron impuestos de forma brutal y sangrienta sobre las gentes. Que en aquella época aún vivían mayoritariamente en sistemas de concilio abierto y bienes comunales, con libertad y autogestión, donde el dinero componía una mínima parte de sus transacciones, era una simple herramienta que simplificaba el trueque. El valor de esta cultura se  basaba en las buenas relaciones, la comunidad, la cooperación y el trabajo en conjunto, el apoyo mutuo, el respeto a la expresión individual, y quererse unos a otros como había enseñado el Maestro, que no la iglesia. Eran los herederos de las enseñanzas no adulteradas ni institucionalizadas de Jesús, y no querían cambiar su forma de vida. Eran libres.

Con un recién estrenado estado apoyado sobre la nueva ciencia de Newton, que determina que sólo existe la materia, por lo tanto no hay que rendir cuentas a nadie más que al todo poderoso estado, compuesto por la nobleza y el ejército, y a su mano derecha y nuevo valor supremo el poderoso caballero Don Dinero, se asentaron las bases de la civilización que hoy conocemos. A este estudiado y preparado caldo de cultivo llegó la revolución industrial, a la cual Darwin, y su también nueva y absurda teoría de la competencia como estrategia de supervivencia, y el más apto como selección natural, le vino como anillo al dedo.

Sembraron el campo de forma totalmente consciente para que la bestia que ya llevaba unos siglos cociéndose rompiese a plena ebullición. La nueva industria necesitaba mano de obra barata, sino no sería rentable, por lo tanto el estado de la constitución junto con su fuerza armada se encargó de obligar a las gentes a deshabitar los pueblos; les quitaron el comunal, les quintuplicaron los impuestos y les obligaron a pagarlos en dinero, deshicieron su forma de vida y su red de apoyo mutuo, y el poder que otorgaba a la gente el auto-gobierno por concilio abierto. Pueblos enteros fueron aniquilados al negarse a obedecer  la constitución impuesta, consiguiendo así que fuesen a las ciudades a trabajar por un salario y en condiciones míseras para poder sobrevivir. Con la bestia del estado y la industrialización vino la esclavitud, se acabaron las libertades, necesidades, deseos y derechos individuales de las personas, el capitalismo y el comunismo, ambos espectros del estado, son la mano derecha y la mano izquierda de un mismo cuerpo. Ambos quieren acabar con la libertad del individuo, y la auto-gestión libre de las comunidades.

 La tecnología y la ciencia, regidas por estas bestias presuntuosas, hicieron a un lado con los hombres sabios, los filósofos, los druidas, los chamanes, los místicos, los médicos de aquella época, que estaban intrínsecamente unidos a la naturaleza y a sus enseñanzas,  usurpando también así el conocimiento popular, y autoproclamándose referentes y dueños del conocimiento, y de todo lo que pudiesen y quisiesen utilizar. Basándose en el laureado Adam Smith que dijo: “todo lo que se pueda vender es bueno, los países son ricos si tienen cosas buenas o malas que se puedan vender”. Y con  ello salieron todas las demás riquezas por la ventana; la riqueza del amor al trabajo, la riqueza de la dignidad, la riqueza de la honestidad, la riqueza de la justicia, la riqueza de la equidad, la riqueza del apoyo mutuo, la riqueza de la cooperación, la riqueza del arte, la belleza y la individualidad, la riqueza de la libertad del hombre y la de todos los demás seres vivientes y sintientes de este planeta, porque todo se puso en venta. El señor Adam Smith le puso un precio a todo y ahora todos lo estamos pagando. Esto hizo que los valores morales y espirituales, que ya estaban en desuso, se sustituyeran completamente por el del beneficio económico. Todo valió a partir de ahí, si producía intereses era beneficioso para todos, especialmente para los vagos, zafios y pobres analfabetos que debían estar agradecidos por tener un sueldo.

En esta época, en que se promulgó la ignorancia de lo rural, se redefinió el término de lo que era el conocimiento, y este recayó estrictamente en aquello aprendido académicamente, donde por supuesto lo que enseñaban eran las nuevas teorías científicas, o digamos dogmas científicos, ya que todas ellas son ciegamente creídas pero están aún por probar. Pero  igualmente la cultura académica coge total poder sobre el saber y el conocimiento, y todo saber de las gentes ancestrales, en su mayoría pasadas oralmente de generación en generación, es ridiculizada, degradada, demonizada, desestimada y toma total monopolio sobre lo que es verdad y culto. Esta es la base del adoctrinamiento enseñado hoy en día en los colegios y universidades oficiales. Por lo tanto todo oficio con un título académico toma un enorme valor y prestigio; profesor, médico, abogado, economista, empresario. El ser funcionario se toma como una suerte sólo reservada a los mejores, lo cual les otorga multitud de privilegios y un sueldo digno para toda la vida Como si te tocase la lotería, porque un sueldo digno no es la norma, recordemos que la dignidad también dejó de ser un valor. Los ministerios dictan lo que  debes aprender y lo que no, qué debes ingerir y qué no, cómo te debes curar, donde puedes vivir, cómo te puedes divertir, qué es legal y qué no…, muy democrático y constitucional no suena.

¿Por qué no puede el pueblo educarse a sí mismo? Claro, es porque la gente es tonta, e inculta, ¿pero eso no era porque estaban en el medio rural? Ahora que están en su gran mayoría en las ciudades, y todos están educados por nuestro culto y sabio sistema académico, ¿no debería el pueblo saber más, estar más formado, ser menos ignorante? Pues parece ser que no, que la gente es tonta esté educada o  no, y sólo el estado y sus ministerios, por alguna gracia divina, saben qué es la verdad y cómo enseñarla. Esta es la manera que el mundo académico consiguió romper al individuo. Le hicieron dudar de su inteligencia, de su sensatez, de sus valores y su valía, de su libertad, de su criterio, y le hicieron creer que lo mejor para construir a la persona es la educación universitaria, sin ella el individuo pierde valor y oportunidades. El analfabeto se convirtió en sinónimo de tonto, inculto, necio, imbécil. El estado y su educación académica denigró todo el saber popular y determinó que sus gentes eran amorales, y ensalza al que trabaja de sol a sol para poder sobrevivir como un hombre de bien, y no como un golfo, un sinvergüenza, un parásito de la sociedad que vive a costa del estado, y de la clase industrial burguesa. En cambio los individuos que componen y/o apoyan el estado se aprovechan del trabajo obligatorio a cambio de un salario que ellos mismos han impuesto, del cual una gran parte el explotado tiene que devolver al estado.

En esta época que se empeñan en describir de mayor apogeo y progreso para la humanidad, las gentes del rural fueron acusados de vagos y maleantes, despojados de sus bienes y formas proliferas y cómodas de vida, y obligados a ir a las ciudades para trabajar por un salario esclavo, es cuando se empezaron a producir numerosas muertes por enfermedades, especialmente entre los niños, los cuales eran obligados a trabajar jornadas de 14 horas diarias, en condiciones pésimas, con fríos y calores extremos, humedad, malnutridos y un largo etcétera, esto es lo que la industrialización y el “todo tiene un precio” creó.

Pero la emergente clase científica y académica también encontró una solución industrial para este declive en la salud infantil. En esa época se pusieron de moda las patentes, especialmente entre los científicos que con las nuevas tecnologías estaban creando grandes avances como la electricidad y la radio. También entre esos inventos estaba el microscopio, que por primera vez permitió al hombre ver que dentro de nosotros viven organismos más pequeños. La grandísima mayoría de los médicos de entonces lo tomaron como parte de nuestro funcionamiento, como supongo que pasaría a los primeros que vieron el cuerpo humano por dentro y descubrieron que estaban compuestos de órganos y asumieron que eran parte fundamental del organismo, y se dispusieron a estudiar sus funcionamientos. Pero en el caso de los microbios no fue así, hubo un químico industrial que planteó la teoría de que esos bichitos, que llamaron bacterias, era malos, y estaban ahí para amargarnos la vida y causarnos enfermedades que él determinó como infecciosas. La grandísima mayoría de los médicos de entonces rechazaron totalmente esa teoría, no tenía ni pies ni cabeza, y se negaron a compartirla. Pero a Pasteur le parecía una teoría muy suculenta, ya que si los bichitos eran malos él podía crear y patentar algo para matarlos. También aquí volvemos a ver la mentalidad militar, intrínsecamente unida al estado y su doctrina, que arrastramos hasta nuestros días, donde toda solución tiene que pasar por una batalla previa. Ahí nació la medicina invasiva y agresiva; la medicina industrial. En sus experimentos con las vacunas y los antibióticos Pasteur no dudó en usar a huérfanos y pobres para probar sus nuevos inventos. Poca gente sabe que hubo muchas muertes, determinadas como misteriosas, pero que de misterio no tenían nada, ya que se produjeron en los sujetos con los que se experimentaban las vacunas y que nadie reclamaría. También hay que recordar que antes de la época industrial en la que se estableció que por un beneficio todo valía, no estaba permitido experimentar con seres humanos ni animales, ya que la primera ley para un médico o un estudioso de la vida era no hacer daño, pero Pasteur no era médico, repito, era un químico industrial, que del cuerpo humano sabía poco. Y de ética moral aún menos.

Esta panda de mediocres como Darwin, Newton, Pasteur, Smith, etc, han creado la cultura que hoy tomamos como la verdad. Esta gente cuyo mayor interés era denigrar al hombre convirtiéndolo en pura mercancía material, son los proveedores de la verdad de nuestros tiempos, han asentado las bases de esta cultura tan poco elegante, sucia y grotesca, ¿cómo no va a estar el mundo sumido en un gran caos cuando todo lo que se enseña es mentira y necedad?

Todo lo que se industrializa corrompe y destruye – todo hecho a nivel industrial homogeniza y saca la vida y la originalidad de lo industrializado. Nos convierte en clones, por donde pasa arrasa con la esencia de lo individual y con la vida en general. Los seres humanos somos todos diferentes, cada uno tiene sus características específicas, no se puede tratar a una persona de una dolencia de la misma manera que se trata a otra, como hace la medicina industrial. Porque no existen enfermedades sino que sólo existen enfermos.  Mires donde mires, en nuestro mundo hemos industrializado todo y de esa forma le hemos sacado el alma a las personas, a los trabajos, a las ambiciones, a los valores, a las palabras, a las relaciones, a las aspiraciones. La industrialización y todo el pensamiento que la conlleva corrompe todo lo que toca por su propia naturaleza.

Tenemos que entender que lo que crea progreso no es la competencia, la industrialización y el consumismo. Bruce Lipton explica muy bien que la evolución del ser humano desde hace ya miles de años no depende en crecer un cerebro más grande o alguna parte del cuerpo físico, lo que ha ayudado al desarrollo del ser humano ha sido la cooperación. Se observó que cuando las comunidades empezaron a ser más numerosas fue cuando empezó a haber grandes avances en las sociedades, porque cuanta más gente más mentes contribuían al desarrollo de una idea. Un ordenador no fue creado por una persona, sino que fue creado por unas 50.000 personas diferentes que cada una contribuyó con un concepto o una idea que a lo largo del tiempo acabó desarrollándose en un ordenador. La evolución del ser humano depende de la cooperación no de la competencia. También explica Bruce que nuestro cuerpo es como una comunidad de trillones de células, en esta comunidad ninguna célula puede acumular riqueza hasta que todas las células tienen todo lo necesario para vivir, todas las células han de tener comida, un espacio y una función, una vez que todas tienen esto entonces las células pueden empezar a acumular riqueza en forma de energía. Por supuesto hay células que necesitan y obtienen más riqueza que otras, las neuronas necesitan mucha más energía que las células de la epidermis por ejemplo, pero una vez que ya no puedan contener más energía por si mismas el sobrante es devuelto a la comunidad para ser repartido.

Debemos volver nuestra atención a la naturaleza con humildad como inspiración y aprendizaje, el separarnos de ella y ponernos en un escalón superior nos está llevando a la extinción, ya que ninguna especie está por encima de la Madre Tierra, de la Pacha Mama la creadora de vida. Le hemos perdido el respeto, y esto nos ha hecho ignorantes y maleducados, además de infelices y temerosos. El haber separado la moralidad del beneficio ha sido un error que hoy es obvio, espero y deseo que esta situación tan dramática que el mundo está viviendo con el corona virus nos haga despertar, nos haga ver que no es lógico que viviendo en un planeta que nos proporciona todo haya gente que no tiene nada por la simple gestión que hemos aceptado, por la mentalidad que se nos ha inculcado, por las creencias que nos hemos creído, y por los valores que nos han robado.

Es hora de despertar de este mundo irreal y crear un mundo real donde la verdad impere ante la mentira. No es imposible, ni una quimera, eso es lo que nos dicen, pero como todo lo demás son mentiras.

THE LAND OF THE FREE

Cuando yo llegué a Estados Unidos tenía 15 años, me chocó enormemente cómo parecía responsabilidad del Estado educar a la población, todo el mundo lo asumía, quizá inconscientemente. No sólo aceptaban que el estado tenía la responsabilidad de educarles, sino que había una adoración exagerada a la patria, algo a mí ver enfermizo, un adoctrinamiento e infantilismo obvio, en el colegio, en las series de televisión, en todos lados. No se podía decir nada en contra del estado, la policía era sagrada y la autoridad absoluta. Eso ni en España ni en la Europa que yo conocía era así, y eso que veníamos de una dictadura, y yo personalmente de un colegio interno británico en Suiza! y de una educación familiar bastante estricta en cuanto a modales y comportamiento, como era más habitual entonces. Pero la energía que se respiraba en ese país era diferente, era como una dictadura encubierta  por la frasecita  “the land of the free” que estaba por todos lados. Había como miedo a hablar contra el país, el estado, las costumbres, la cultura, los ideales, nada que fuese políticamente correcto se podía cuestionar, era el mejor país del mundo, eran el centro del mundo, nadie les hacía sombra, no tenían nada que aprender de nadie, ellos habían  perfeccionado el capitalismo y la democracia, y el progreso del libre mercado, eran expertos en la libertad y lo que ello significaba. Y sin embargo, yo no sentía en absoluto esa libertad, al revés, no había libertad real alguna. Como individuo no podías elegir pensar por ti mismo, disentir con los valores y los derechos que el estado había asentado como los verdaderos. El saltarse una ley, la que fuera, le daba permiso a la policía a arrestarte in situ, y todo el mundo pensaba que eso era lo democrático y lo correcto, así se defendía la libertad de todos. Pero, ¿y la libertad individual? ¿Qué pasa cuando, por el bien de todos, yo no puedo hacer el amor en la postura que a mí me gusta? Sí, sí, había ciertas posturas que en algunos estados estaban prohibidas; en Florida en los 80 no podías hacer el amor a cuatro patas, esa postura estaba prohibida. Recuerdo una noticia que salió en el periódico, una pareja fue arrestada en su casa mientas practicaban sexo en la postura del perrito. La policía pasaba por delante de la casa, vio la puerta principal entreabierta, y entraron para ver si todo estaba bien. Encontraron al matrimonio haciendo el amor fogosamente pero en una postura prohibida, y les arrestaron, en su propia casa, en su propia cama, practicando sexo consentido con su pareja, porque él le estaba dando por atrás. Eso es una noticia real que se me quedó grabada, me la leyó mi hermana que todos los domingos se leía el interminable periódico de pe a pa, yo por supuesto ni la tira de comics.

En verano volvíamos a España, y eso sí que era libertad, era una cultura sana, limpia, espontánea, alegre, sin complejos y sin miedos. La policía estaba para ayudar, mis recuerdos de entonces de los guardia civiles o los policías locales son que eran encantadores, educados, aunque yo hubiese cometido la infracción, comprensivos, orientativos, no había doctrina en ellos, ni autoritarismo fascista, eran personas con sentido común y capacidad de decisión, evaluaban todos los datos y peculiaridades de la situación, la valoraban, y respondían de acuerdo a las circunstancias específicas. Esto en España desgraciadamente ha cambiado, y recuerdo perfectamente el momento en que sentí que la policía en vez de un apoyo a la ciudadanía era alguien de quien escapar o esconderse. Un viernes 2010, periferia de San Sebastian de los Reyes, Madrid, sobre las 10:00 de la noche, salí de casa para ir al chino que estaba a 200 metros, mi perrita Bahamas, 12 años, iba olisqueando los puntos clave por delante de mí, sin que yo tuviese que decir nada paró en el paso de cebra, esperó a que llegase y juntas cruzamos la calle. Al cruzar salieron dos policías vestidos de calle escondidos detrás de un coche para cogerme infraganti y multarme gravemente por llevar al perro suelto. Ya vas en alerta, ya sea por el perro o por no ponerte el cinturón de seguridad o por chorradas que implican la libertad individual de uno, volví a sentir lo mismo, era la misma sensación de cuándo veías a un policía en Estados Unidos; miedo. Este adoctrinamiento también lo siento en la gente ahora, parece que todos pertenecen a la secreta, porque al igual que en Estados Unidos entonces, no te podías fiar de nadie, cualquiera podía denunciarte por fumarte un porro, o por lo que fuera que la doctrina del estado había decidido que era malo para ti y que no lo podías hacer, últimamente aquí es lo mismo, parece que todo el mundo está vigilando a ver si las leyes y las normas se cumplen, o incluso si disientes de ellas, porque por la libertad de todos tú no puedes disentir. El sentido común ha desaparecido y con él las personas.

El estado del capitalismo es igual de castrante para la libertad individual que el del comunismo. La industria crea clones, todos deben vivir de la misma manera, educarse de la misma manera, curarse de la misma manera, pensar lo mismo, comprar lo mismo, decir lo mismo, vestirse igual, tener la misma apariencia. Si te manifiestas en contra o favor de algo que el estado la constitución y la democracia ha denominado como un valor o un derecho, o que no tiene valor ni derecho, estás sentenciado al insulto, a la ridiculización, a la exclusión, incluso a que te arresten o denuncien, tus ideas no son respetables, no se pueden sopesar ni valorar. Cada vez más nuestro país se parece a ese país de gentes adoctrinadas y falta de libertad individual absoluta. Los de la izquierda se lo han tragado tanto como los de la derecha, no hay diferencia entre ambas manos de un mismo estado. No sólo nos hemos creído lo del estado de la libertad sino que lo defendemos a capa y espada, y somos más esclavos que nunca. El sueño Americano ha sido importado como adoctrinamiento de estado.

Por qué no podemos escoger la forma de sanarnos, por qué no entran en la seguridad social todas las diferentes vertientes y variantes de curación que hay hoy en España. La falta de camas, de personal o de lo que sea que haya escasez porque siempre la hay, se solucionaría, porque hay tantas gentes como formas de curación, es decir no existen enfermedades sino enfermos. Y por qué debo aprender la historia y la ciencia que el estado establece como la auténtica, cuando hay muchas otras teorías igual o más certeras que las oficiales. Porqué debo yo meterme en una forma de vida que no me interesa como la de trabajar por un salario. Porqué es el estado el que decide si eres un estorbo, válido, o un vago y no eres bueno para la sociedad, cuando el estado mismo es el mayor centro de corrupción y sanguijuelas conocidas, y en esto estamos casi todos, sino todos, de acuerdo, sin embargo, a pesar de las evidencias, la gente sigue yendo a votar pensando que van a cambiar algo. Esto es adoctrinamiento, ya no se piensa, ya no se disiente, ya se obedece con la cabeza gacha, porque el estado y los que mandan saben mejor lo que hay que hacer, ellos están preparados, hay que confiar en ellos porque trabajan para nosotros, cuando todo el mundo sabe que esto no es así. Esto es adoctrinamiento. Y en España no olvidemos que el que sentó las bases del estado de bienestar y la seguridad social fue un dictador fascista.

Un estado que estuviese centrado en la libertad individual de las gentes, que tuviese como valor primordial el bienestar común, que tuviese como meta que todo el mundo tuviese lo necesario para vivir dignamente, como dice la sagrada constitución, no daría la sanidad y la educación pública, daría la casa, la energía y la comida, estos sí deberían ser derechos individuales exigibles, porque esto es lo básico para poder sobrevivir. Con la base garantizada la persona podría crecer libremente, explorar quién es y qué ha venido a desarrollar aquí. No somos sólo un cuerpo, ni hemos venido aquí a aspirar a estudiar una carrera para tener un salario fijo para poder sobrevivir. Hemos venido aquí a desarrollarnos como seres humanos, a aprender a vivir en comunidad, ayudando y apoyándonos unos a otros para que cada uno pueda desarrollarse en todas sus vertientes, la espiritual, la humana, la mental, la creativa, la emocional y la afectiva con plena libertad, y poder así evolucionar como especie.

Pero esto, argumenta el estado, es mantener a vagos, eso sería un caos, nadie trabajaría, pero eso vuelve a ser adoctrinamiento. Primero no lo sabemos porque no lo hemos probado científicamente, es decir un estudio de prueba y error, pero es que la ciencia oficial no acostumbra a ratificar los pilares teóricos en los que asientan sus bases. Para esta teoría del vago se basa en la teoría de Darwin, que dice que el ser humano para sobrevivir debe ser mezquino, egoísta y competitivo, cuando la naturaleza nos demuestra todo lo contrario, que la supervivencia se basa en la capacidad de la cooperación y el apoyo mutuo. Pero, como casi todas las teorías científicas que el estado mantiene como verdades, proviene de un hombre bastante mediocre, poco brillante, como la gente que compone los gobiernos. Una familia que tiene las necesidades básicas cubiertas, una casa que les de cobijo, comida, agua y energía, en ese ambiente no se respira la angustia de no poder pagar el alquiler, de no poder comer, del frío, y el estrés y el pánico que genera la pobreza y la escasez. Una familia con eso cubierto será una familia estable, más o menos equilibrada, donde crecerán niños saludables, y en su gran mayoría se convertirán e adolescentes sanos, despiertos y seguros. Si observas a los adolescentes, que son los adultos del futuro, ves que la vida es imparable, que ninguno va a preferir quedarse de brazos cruzados, que todos tienen sueños, ganas, ideas, energía. Tranquilo Papá Estado, el ser humano no necesita vivir de ti, necesita que propicies y proporciones las mismas oportunidades a todos para poder vivir dignamente, eso es todo lo que el estado debería dar a sus gentes, eso es la única igualdad en la que nos deberíamos centrar, la igualdad de oportunidades. Es la gente la que mantiene al estado, no al contrario, y es el estado el que le debe dar a la gente lo que mejor le viene, lo que más fuertes y libres les haga, para que puedan desarrollarse como individuos únicos e irrepetibles que es lo que somos. No necesitas educar a tu gente, porque la gente no es tonta, sabe educarse a sí misma y va muy por delante del conocimiento académico del momento y con información mucho más veraz. La gente se vuelve tonta al adoctrinarla, es decir al ser educada por el estado que le dice qué tiene que pensar y creer, esto es lo que vuelve a la masa idiota.

Entonces ¿porqué son la sanidad y la educación derechos exigibles y no la vivienda, la energía y la comida? La salud y la educación deberían ser responsabilidad del individuo, la responsabilidad del estado es proporcionar lo esencial para la vida de las personas, y eso no es el médico, este se necesita una vez que lo esencial ha faltado. Y tampoco la educación es algo que debería ser responsabilidad del estado, a menos que lo que se busque sea adoctrinar y no educar. En la época que vivimos la información está al alcance de todo el mundo, siempre y cuando tenga una casa con energía, medios que el estado debería proporcionar. La educación debe ser libre. Lo que gastamos en vivir todos los meses bien daría para formarte con los mejores maestros del mundo y tener acceso a las mejores terapias que existen. El estado de libertad y democracia ni es libre ni es demócrata, es una dictadura en la sombra, y como la gente está adoctrinada, llena de creencias falsas, no lo ve, y lo peor, ni lo quiere ver.

El estado de bienestar y libertad está convirtiendo al ser humano en  zombis. Ahora veo en España lo mismo que veía en Estado Unidos, un sistema de creencias tan arraigadas que las personas no quieren ni cuestionárselas, si lo dice el estado es porque sabe más, sabe mejor, nosotros no sabemos nada. A pesar de que ese estado está dirigido por gente mediocre, usurera, mentirosa, ambiciosa, avariciosa, peligrosa e inhumana la gente sigue yendo a él para pedirle protección y ayuda. Eso es adoctrinamiento, y lo hemos importado de Estados Unidos. Consiguieron que el resto del mundo importara las formas de su amado y adorado país, el mejor del mundo, el que no tenía nada que aprender de los demás se ha cargado al resto de las culturas y ha impuesto la suya. La mayor dictadura encubierta, el mayor imperio de la historia ya se ha asentado y se llama el estado de democracia. The land of the free.

RITUALES Y CEREMONIAS


«Los rituales los hacemos sin saber por qué, por costumbre.
La ceremonia se hace con propósito y espíritu.»

En el ritual no hay consciencia ni intención. Es una repetición de algo que hemos aprendido. El ritual de por sí no tiene porqué ser algo beneficioso y positivo, ni tampoco lo contrario, pero lo que no suele conllevar es el proceso de la introspección y el escrutinio, no conlleva un saber del origen y el significado. Es un acto mecánico, programado. Nuestra cultura está llena de rituales que pasan desapercibidos, incluso se pasan de generación en generación sin  ser revisados. Se siguen porque siempre se han hecho así, es la tradición.

Los rituales ejecutados en masa son potentes puntos de anclaje para reforzar la programación. La religión está llena de rituales que de alguna manera recuerdan y refuerzan la pequeñez del individuo y la grandeza de Dios, es buen método para controlar a la población, el miedo siempre funciona. Pero la gente sigue esos rituales no entendiendo que les hacen menos libres, es una forma de entrenar a la mente a repetir algo que muchos hacen sin entender el significado ni el origen, por inercia y/o por obligación.

Vivimos atontados entre tantos rituales incuestionables, preocupados por cumplir con unas celebraciones impuestas, e intentando buscarle el significado profundo a algo que no lo tiene. Los rituales son perfectas prácticas para conseguir que la gente acepte y se rija por ellas sin preguntarse porqué o qué consecuencias tienen. Lo que tenían de ceremonia se les ha extirpado, como el árbol de navidad, que era una celebración al poder de la naturaleza, un homenaje al cielo y la tierra en el cual se decoraba los árboles con antorchas y se danzaba a su alrededor. Esta ceremonia se ha retorcido para crear un ritual que anima a cortar arbolitos, meterlos en casa, para tirarlos un mes después. Es un ritual que causa la tala de cientos de miles de árboles, creado alrededor de una ceremonia que celebra la naturaleza que da  vida.

Estas prácticas crean a seres humanos preparados y entrenados a seguir la nueva tendencia, sea de moda o científica, por inercia sin escrutinio alguno. Así es cómo se convence a toda la población de que la vida está basada en la competencia, una teoría absurda, la cual nos hemos creído a pies juntillas, bajo la cual en vez de crear vida más bien estamos demostrando cómo terminar con ella. Mentiras como que los virus y las bacterias están ahí para atacarnos, cuando en realidad estamos formados por ellos, mantienen el equilibrio y superan con creces al número de células en nuestro cuerpo. Mentiras como que los hombres son violentos por naturaleza y las mujeres necesitamos protección ante ellos, cuando la unión del hombre y la mujer es el vínculo más importante que pueda existir ya que es creador de vida, y clave para la supervivencia del ser humano, gracias  esa unión hemos sobrevivido millones de años. Todas estas mentiras crean rituales a su alrededor, parece que esto las hacen más verdad y el ser humano las integra porque ya está entrenado a hacerlo.

El ritual no es algo sagrado y lleno de conocimiento e intención como lo es la ceremonia, es una herramienta muy útil para dominar las mentes y costumbres de los hombres.

La ceremonia sin embargo es un acto consciente, con una intención específica y con un significado importante. Ojalá el año que viene la humanidad sea más consciente de las creencias que apoya, tanto las que provienen de su clan y su entorno sobre sí mismo, como las de su cultura y el mundo que le rodea.

Estela Davila