El Muro del Corazón Y el Mapa de la Consciencia

En el artículo anterior, El Cerebro del Corazón, mencioné el fenómeno llamado “Muro de Corazón” que el Dr. Bradley Nelson descubrió. Según el Dr. Nelson, el 93% de la población tiene un muro de corazón. Las consecuencias de tener nuestro corazón encarcelado varían enormemente, pero la más común y la que lo engloba todo es la incapacidad de dar y recibir amor abierta y profundamente. Este muro, invisible e imperceptible para la mente consciente, es muy real para el subconsciente, tan real que incluso se le asigna un material, éste puede ser cualquier cosa; vegetación, goma, madera, cristal, incluso he visto uno hecho de luz. Pero el verdadero material con el que el subconsciente lo construye es de emociones atrapadas, y todos acumulamos gran cantidad de este componente. Estas emociones atrapadas son emociones que en un momento dado de nuestra vida no pudimos asimilar, por estar débiles en ese instante, o por ser emociones demasiado intensas para ser asimiladas, o demasiado dolorosas para que el corazón pudiese sentirlas enteramente. Entonces, estas bolas de energía compuestas por emociones negativas o desestabilizantes, se quedan atrapadas y no son liberadas hasta que las buscamos, identificamos y liberamos. Hay veces, es mi creencia, que son liberadas espontáneamente al darnos un masaje, o de otras muchas formas, pero en estos casos no somos conscientes de qué es lo que estamos liberando, o de cómo lo hemos hecho exactamente.

En 1996 el Dr. David Hawkins publicó El Poder Contra La Fuerza, donde calibra el nivel de la consciencia humana, y para ello se basó en la kinesiología, el mismo método que el Dr. Nelson enseña para encontrar las emociones atrapadas. De este estudio salió El Mapa de la Consciencia de Hawkins, que se basa en una escala que va del 0 (mínima) al 1000 (máxima), este último nivel de consciencia sólo obtenido por Maestros Iluminados como Jesús, Krishna o Buda. El Dr. Hawkins encontró que cualquier persona, cosa, concepto u objeto que calibra por encima de 200, el nivel de integridad, es positivo y se mueve en el “poder”, por debajo de 200 es negativo y se mueve en la “fuerza.” El amor no se encuentra hasta el nivel de 500, y sólo un 4% de la población mundial llega a obtener este nivel de consciencia. Es más, según el estudio del Dr. Hawkins un 85% de la población se mueve en la energía de la fuerza, por debajo de 200. Y yo me pregunto, ¿no tendrá esto que ver con el muro de corazón? He escuchado comentar al Dr. Nelson en más de una ocasión que para él la gente que comete actos atroces hacia otros seres humanos o animales, tiene un muro de corazón que les impide sentir el sufrimiento que causan, ya que si no les sería imposible infringir tales males, y esto tiene sentido, mucho sentido. ¿Cómo sino puede un ser sintiente hacer cosas tan monstruosas como se han cometido, y se siguen cometiendo, en la historia de nuestro mundo?

Con estas estadísticas nos preguntamos, ¿cómo es posible que si la enorme mayoría de la gente tiene muros de corazón, y su nivel de consciencia está por debajo de los 200 en la escala de Hawkins, sigamos vivos? Y la respuesta está en que la luz siempre es mucho más potente que la sombra, lo positivo siempre es más poderoso que lo negativo. Por cada persona que llega al calibre de consciencia de 300, contrarresta a 90.000 personas por debajo de 200. Un individuo que llega a 500, contrarresta a 750.000 que se encuentran por debajo de 200. Uno, como Gandhi, que llega a 700 contrarresta a 70 millones por debajo de 200. Cada vez que deshacemos un muro de corazón no sólo dejamos que entre la luz en ese corazón, sino que ese corazón contrarresta a muchos otros corazones que aún se encuentran sepultados. Cada vez que liberamos un corazón, liberamos un poco más la oscuridad y crueldad que rige este mundo. Cada vez que el amor entra enteramente dentro de un corazón, eleva un poco más la Consciencia de toda la humanidad, porque ese corazón puede al fin escuchar a su cerebro.

Estela Davila

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El Cerebro del Corazón

Se ha descubierto que el 60% de las células del corazón son células neuronales, que el corazón manda más información al cerebro de la que recibe de él, y que le influye en la percepción, en la toma de decisiones y en otras actividades cognitivas. Incluso puede inhibir o activar ciertas partes del cerebro. Pero quizá la prueba más chocante y plausible de que el corazón tiene cerebro sean las historias que cuentan los que han recibido el corazón de otra persona.

Cuando se empezaron a practicar los trasplantes de corazón, los receptores contaban historias sorprendentes; sus gustos y personalidades adquirían aquellos de los donantes. La más conocida es la de Claire Sylvia, ella escribió un libro sobre su experiencia, Change of Heart. En él cuenta cómo en 1988 tuvo que someterse a un trasplante de corazón y de pulmones, su donante era un joven de 18 años que había muerto un accidente de moto. Después de la operación, Sylvia notó que sus hábitos, gustos y actitud habían cambiado. Empezó a comportarse de forma más masculina, a tener antojos de comidas que antes no le gustaban como la cerveza y los pimientos verdes. En el artículo del Dr. Paul Peasall; Changes in Heart Transplant Recipients That Parallel the Personalities of Their Donors, publicado en la revistaNear-Death Studies en el 2002, donde entrevista a 150 pacientes de trasplantes de corazón, se encuentran historias como la de una niña de 8 años que recibió el corazón de otra niña de 10. Después del trasplante empezó a tener pesadillas recurrentes donde la mataban. Resultó que la donante había sido asesinada y gracias a la precisión de los sueños de la niña la policía pudo encontrar y arrestar al asesino. El estudio de Dr. Paul Peasall concluye que se han detectado cambios en el gusto de la comida, la música, el arte, preferencias sexuales, de ocio, el temperamento, el vocabulario, la filosofía, así como preferencias sobre la profesión de los receptores que coinciden con los de los donantes, y también la percepción de nombres, recuerdos, sitios o experiencias específicas y relativas a los donantes.

El campo electromagnético del corazón es muy superior al del cerebro, y no sólo influye en éste si no que manda información a todo el cuerpo. Este campo magnético no se limita únicamente al cuerpo físico sino que se extiende dos metros de diámetro a su alrededor, mandando y captando información a otros y de otros. Por eso cuando entramos en un sitio o nos encontramos con alguien sentimos o no afinidad… esto es la intuición o la corazonada, es el idioma del corazón. Pero no sólo puede el corazón influir en la gente que se encuentra a nuestro alcance; se ha descubierto que si una persona siente amor por otra, el latido de ese corazón que está sintiendo amor aparece en las hondas cerebrales de la persona por la que se está sintiendo ese amor, por muy lejos que esté.

Desde siempre se ha dado una importancia enorme al corazón, y se le ha asociado con la sede donde reside el Ser y el Amor. Los hombres espirituales de las sociedades indígenas de casi todas las partes del mundo oran sin palabras, se centran en el corazón y sienten en él el rezo ya cumplido; los rezos son por lo general asombrosamente eficaces. Irónicamente, es ahora cuando en “el primer mundo” estamos empezando a entender la fortaleza y la naturaleza del corazón, algo que nuestros antepasados sabían, quizá porque confiaban en lo que el corazón les decía, y el canal con el Ser estaba abierto. El Dr. Bradley Nelson, creador del Código de la Emoción, ha descubierto un fenómeno que afecta al 93% de los seres humanos, llamado el “Muro de Corazón”, y que quizás explique nuestra gran desconexión con el corazón, y por qué nos cuesta tanto escuchar la constante información que nos brinda, y tan poco lo que nos cuenta la mente… pero ese es tema para el próximo artículo.

Estela Davila
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¡La Preocupación!

Si al franquear una montaña en dirección a una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cuál es la estrella que lo guía.
-Antoine de Saint -Exupery
 

REFLEXIÓN

La preocupación es algo que nos enseñan desde que tenemos uso de razón. Si te preocupas por tus hijos eres buen padre, si te preocupas por el planeta y sus problemas eres solidario, si te preocupas por las notas eres buen estudiante, si te preocupas por tus obligaciones eres responsable, y podríamos seguir y seguir hasta agotarnos. Nos han enseñado a preocuparnos cuando hay un problema, y la preocupación nunca ha solucionado un problema o un dilema, al contrario, dificulta el que una solución aparezca. Tampoco el preocuparte por otro hace que le quieras más o mejor, todo lo contrario ya que transmites inseguridad y miedo. El estado de preocupación provoca inquietud, ansiedad, bloqueos, falta de claridad, pesimismo, en casos extremos ataques de pánico,  etc. y te predispone a vibrar en estos estados.

La Ley de la Atracción se encargará de esto: da igual que desees algo o que no lo desees, aquello en lo que te concentras es lo que atraes. Si te concentras en pensamientos que te hacen sentir toda esta variedad de emociones «no agradables», es la vibración que el Universo a través de la Ley de la Atracción te traerá para igualar la tuya.

La preocupación es una forma de crear problemas para el futuro. La mente se cree lo que piensas y creará formas para mantener esa preocupación activa. La mente consciente no está diseñada para solucionar problemas, su tarea tiene que ver con datos, fechas, ubicaciones físicas, logística, etc., si no dispone de estas cosas tangibles y contables entra en estado de miedo, por ejemplo al mudarse a un sitio nuevo, dejar un puesto seguro por seguir un deseo, el dejar una relación insatisfactoria,… como no tiene el resultado de lo que va a pasar de antemano para poder organizar entra en pánico, y empieza a mandar señales de alarma. Esto no quiere decir que nuestra mente consciente esté mal hecha, pero sí que le hemos dado tareas que no son suyas. 

La intuición, el sexto sentido, la corazonada, el saber interno, esta parte tan importante de nosotros es la que se encarga de ver las soluciones, de decidir el camino, la persona, el trabajo, la idea. Pero nos han enseñado a ignorar esta parte de nosotros, al no poder medirla con la mente consciente han decidido que no está, que no es real!!, ya está… Sin embargo esta parte de nosotros es primordial, es el lenguaje del corazón; sabías que el corazón tiene más células neurológicas que el cerebro, y que hay más información que va del corazón al cerebro que vice versa.

https://www.youtube.com/watch?v=T-8uesurfK0

Le hemos robado la voz al corazón y se la hemos dado al cerebro, y tanta responsabilidad le abruma, entonces responde con la preocupación… cree que si se preocupa lo bastante impedirá que la persona actúe, cambie, viva, pero esto no es lo que nuestra naturaleza quiere. Estamos aquí para crear y disfrutar mientras lo hacemos, todo dogma que diga lo contrario busca dominar a través del miedo, te limita. Tú eliges qué creer, al fin y al cabo eres tú quien crea tu realidad.

La practica para convertirnos en creadores deliberados; Aunque usemos técnicas de liberación energética, como el código de la emoción o del cuerpo, etc.,  para dejar ir de creencias, hábitos y bagaje emocional enraizados en el subconsciente, también es conveniente re-entrenar a la mente, enseñarle nuevas formas de comportamiento, y reforzar estos cambios.

Aquí hay unos ejercicios que se pueden hacer para entrenar a la mente a dejar de preocuparse y usar el enfoque de forma más constructiva y eficaz.

EJERCICIO

1- Haz una lista en un papel con todas las cosas que te preocupan. Selecciona las que son realmente importantes, para ayudarte a hacer esto puedes evaluar cada preocupación en una escala del 0 al 10. Una vez que tengas seleccionadas las más importantes, escribe al lado de cada una 3 cosas que puedes hacer para solucionarlas. Si puedes hacer alguna en ese momento hazlo, si no puedes espera el momento en que puedas para hacerlo. Eso es todo lo que puedes hacer para solucionar el problema. Ahora, deja de preocuparte! Pon tu atención en algo que te interese, te guste, o que puedas hacer.

2-Vamos a usar esa misma lista de preocupaciones, con ella en la mano sigue estos pasos con cada una de ellas.

  • ¿Qué quiero?
  • ¿Qué creencia mía contradice esto que quiero?
  • ¿Qué pensamientos lo contradicen?
  • Ahora ya tienes la preocupación, y has definido qué quieres en su lugar, así que cada vez que te encuentres preocupándote por ese asunto, cambia el pensamiento y enfócalo hacia lo que deseas. Escríbelo en forma de afirmación, (recuerda que la afirmación se escribe en presente , ya cumplido; ya eres, ya estas, ya tienes…) y repítetela una y otra vez, incluso si  al principio no suena real, cuánto más lo repitas más real sonará, y mientras tanto estás distrayendo a la mente, a la vez que programas el resultado deseado.

3- Si te despiertas en medio de la noche, puede ser porque durante     el día has practicado la preocupación, y el cerebro sigue buscando   la forma de solucionar el problema. Sin levantarte de la cama,               repite una palabra que para ti signifique un gran valor, como paz, amor, armonía, etc. Repitete la palabra de tu elección mientras que respiras profunda y lentamente.

4-El pensamiento abstracto interrumpe los pensamientos y las emociones negativas.

  • Lee un libro al revés
  • Cuanta hacia atrás de 100 a 0 en bloques de 7; 100, 93, 86..
  • Haz un Sudoku
  • Mira un reloj de agujas e intenta visualizar las 6:15 en él
  • Escribe tu nombre al revés.

TIP

Es bueno tener unos cuantos ejercicios diferentes a mano y cambiar de técnicas de liberación porque cuando el cerebro se da cuenta de que esta cosa nueva que estás haciendo le impide preocuparse, dejará de ser efectivo.

 

Estela Davila