Para poder entender la realidad en la que vivimos debemos alejarnos un poco y adquirir perspectiva, para no vernos tan involucrados emocionalmente, porque sino la psique humana no lo puede asimilar.
Estamos diseñados para sobrevivir en comunidad y confiar en aquellos que dicen tener nuestro bien en mente, la inocencia y la necesidad de confiar es parte de la esencia humana. Se nos programa para ver el estado de derecho y la democracia como la única forma justa, aceptable y humana de gobierno, y así lo ve la grandísima mayoría, da igual si son de izquierdas o de derechas, la democracia es intocable. Está grabado en la psique humana que si votas entonces es un sistema justo para todos.
Al vivir en un estado de derecho democrático, que ha jurado proteger los derechos humanos, uno no puede concebir que sus gobernantes puedan estar conspirando contra ellos. Que aquellos a quienes votan estén trabajando para intereses extranjeros y ajenos, y contrarios a los intereses de los españoles. Por lo tanto se niegan a ver las tragedias con gran número de muertos como atentados de falsa bandera, y los prefieren ver como incompetencias, peleas políticas, rencillas entre partidos, corrupción, ineptitud, etc, todo eso es un teatro. No hay fallo alguno, todo ha salido según el plan. Hay una directiva única por encima de ellos que está jugando una partida de ajedrez con las negras y con las blancas para distraer al espectador mientras le roban hasta los calzoncillos e incluso la vida.
Los políticos tampoco tienen nada que objetar a cargar con la culpa del incompetente ya que este estado de derecho democrático les recompensará bien por su labor, y además les dejará marchar libres sin condena alguna por los crímenes y genocidios perpetrados, ya que las muertes se anotaran como bajas causadas por tragedias naturales como un virus o una inundación o un volcán o un terremoto, ellos simplemente eran peones ineptos.
Pero el plan ha sido exitoso, se han cumplido los objetivos deseados para el siguiente paso.
1- Crear una gran alarma, una tragedia monumental achacada al cambio climático para poder implementar todas las restricciones y normativas que desean:
A- Expropiar a precio de risa o directamente gratis las tierras de agricultura anegadas, y beneficiar a competidores extranjeros arruinando nuestra importante industria agrícola y ganadera.
B- Implantar campos de energías renovables, destruyendo así la productividad de las tierras y la fauna, y quitándole la propiedad de las tierras a los agricultores, a los autónomos españoles y dándosela a las grandes multinacionales eléctricas.
2- Posiblemente reconstruir las zonas afectadas en ciudades de 15 minutos de la agenda 2030.
3- Crear un estadio apocalíptico para crispar y aterrorizar a la gente, la indignación será tachada de violencia, de negacionistas del cambio climático, de magufos y esparcidores de bulos, de nazis de extrema derecha, gracias a eso podrán sacar leyes que les permitan acallar y censurar a toda la gente que dice la verdad. Implantar el control digital, el control absoluto; «Si no tienes nada que ocultar no te debe importar que sepamos absolutamente todo de ti. Y si eres buen ciudadano, un ciudadano solidario y ecologista entonces aceptarás todas las restricciones alimentarias, de movimiento, de pensamiento, sanitarias y todas las demás que se nos ocurran y que implantemos.»
Veremos esta vez cuántos se vuelven a creer todo lo que les dice la televisión, cuántos seguirán defendiendo la democracia y el estado de derecho como el único sistema de gobierno posible. Llega el examen después de las prácticas de la plandemia, deseo que esta vez sean muchos menos los que suspendan el nivel de consciencia de lo que está pasando en realidad.
El ser humano, como todo ser vivo
sobre la tierra, es una creación maravillosa, es quizá la creación más compleja
y detallada de la creación. La maravilla del milagro de la vida ha sido
reducida, por el pensamiento contemporáneo, a una serie de circunstancias al
azar que a base de errores, mutaciones y lucha llegó a crear todas las especies
vegetales, animales y minerales sobre la tierra. Sólo observando la naturaleza
uno es consciente de que es un ecosistema donde todo tiene una función concreta
y perfecta dentro de él. Nada es dejado al azar, y cuando lo que consideramos
nosotros como un error ocurre también tiene su función tanto biológica como
energética. Sólo una mente obtusa cuya mirada es reducida a un punto concreto e
inflexible es incapaz de ver que la vida es regida por una consciencia superior
a la nuestra. El ser humano en su soberbia, rigiéndose por encima de la
naturaleza y mirándola como errada en algún sentido, se hace totalmente
ignorante al creer que él, en su limitada comprensión del Todo, puede mejorarla
en sentido alguno obligándola a hacer algo contrario a lo que está haciendo sin
siquiera contemplar con humildad la posibilidad de que haya una razón
justificada para ello. La ciencia hoy en día ha sido secuestrada por mentes
soberbias, necias, mezquinas, prepotentes, avariciosas y egocéntricas, cuya
intención no es averiguar la verdad de las cosas ni el funcionamiento de la
naturaleza, tanto la que nos rodea como la del ser humano, sino usarla en su
beneficio, todo está interpretado de acuerdo a intereses más allá de la verdad
de las cosas. En un mundo donde se nos ha separado de la naturaleza y su fluir,
nos inculcan que no somos parte de ella, que la podemos dominar, dirigir,
mejorar, explotar porque estamos por encima de ella, y esta es la primera
distorsión de la realidad, de una ley natural fundamental: venimos de ella, no
se nos puede separar de nuestro entorno natural e innato y esperar que nuestro
funcionamiento biológico y energético sea el correcto.
Somos seres vivos, no máquinas
que se pueden desarmar y volver a armar. Tenemos una chispa dentro de nosotros,
la energía vital, que es lo que nos da la vida. Estas mentes consideradas hoy
en día las proveedoras de la verdad, no podrían reproducir en un laboratorio ni
una sola célula viva sin la materia prima creada por la naturaleza. No pueden
crear vida de la nada, la maestra en hacer eso es la naturaleza, y pretenden
darle lecciones de lo que debe cada organismo hacer. Esto es pura ignorancia,
necedad, narcisismo, es perder el contacto con la realidad más elemental, es
estar demente y tener delirios de grandeza, es esquizofrenia. Y esta
esquizofrenia se nos ha enseñado como la mayor verdad sustituyendo a las leyes
naturales. La humanidad está mentalmente enferma porque se le ha enseñado
bases erróneas sobre la realidad de la vida, sobre las leyes naturales
fundamentales que rigen sobre todos los organismos vivos, incluido el ser
humano.
El hombre cuando está en contacto
con su naturaleza y la de la fauna y flora de la cual es parte, puede acceder a
su sabiduría innata. Tiene conexión con su intuición, su sentido común, puede
entender en sí mismo los cambios que los agentes externos como el frío y el
calor, la humedad o la sequedad ejercen sobre él porque ve cómo afectan a los
animales y vegetales de su entorno. Lo entiende perfectamente porque siente
cómo un estado emocional negativo o traumático acarrea consecuencias físicas,
esto es algo lógico y perfectamente comprobable. Cuántas veces decimos que a
este le mató el disgustó, o a esta el sufrimiento le provocó un cáncer, o una
depresión, o que se volvió loca por la pérdida de su hijo. Todo el mundo sabe
cuál es la fuente de su mal, sin embargo van al médico y este le dice que su
cuerpo está produciendo una enfermedad sin que sepan el motivo, es un
accidente, un error de la naturaleza y que has tenido la mala suerte de que te
haya tocado. Que como el cuerpo es una maquina carente de inteligencia,
compuesta por partes, sin consciencia alguna, van a intervenir y arreglar esa
parte que está dañada, como si fuese un coche. Y es que la visión de un médico
no puede ser correcta a menos que incluya la energía vital, la consciencia, la
sabiduría innata a toda vida. Sin embargo esta nueva religión llena de dogmas,
se niega a admitir la energía como parte del cuerpo humano. Y en esta
presunción de que todo es materia, sin una consciencia inteligente que la rige,
el ser humano también tira por la ventana su sabiduría innata de la
inteligencia de la consciencia. Si la niega no la puede acceder.
Esto es básicamente lo que está
pasando ahora, se nos quiere separar como maquinas individuales, que pueden ser
afectadas por un virus, como los ordenadores, y que la forma de evitarlo es
impidiendo el contacto físico entre las personas. Primero se nos separó de la
naturaleza, y ahora se nos quiere separar de nuestros semejantes. Con cada
separación el ser humano va perdiendo más contacto con su conexión natural, con
lo que le ha dado y mantiene su vida, con la energía vital y sabiduría innata.
Su entorno ya no es el natural, sus relaciones ya no son las naturales, su
alimentación ya no es la natural, nada a su alrededor se rige por las leyes
naturales de la naturaleza y esto se nos enseña que es lo correcto y la forma
de preservar la salud. Puede haber un pensamiento más ilógico, estúpido e irracional
que esto? Pues sin embargo la gente se lo cree sin cuestionarlo. Como la nueva
religión enseña que no hay nada superior a la materia y a lo físico la gente
está programada a no cuestionarlo, a aceptar esa verdad por encima de lo que
siente y de su sabiduría innata, esto crea todo tipo de cortocircuitos como la
ansiedad, el miedo, la angustia, los ataques de pánico, la preocupación, etc.,
porque estas creencias van totalmente en contra de la verdad y de lo que es bueno
para uno. Sino la sensación sería de paz, de tranquilidad, de armonía, de
salud, de bienestar. De nuevo, los médicos industriales dicen que eso no tiene
base científica, que lo único que existe es el cuerpo, que la mente hay que
medicarla, ya que de nuevo está operando de una forma no deseada por el azar, un comportamiento erróneo, inadecuado,
indeseado y que ellos lo van a corregir. Cuánta soberbia y necedad hay en las
bases de nuestras creencias medicas!!
El ser humano es mucho más que un
cuerpo. Hemos llegado a un nivel de superficialidad y materialismo donde hemos desechado
todo lo que no se puede ver. La nueva religión que se nos ha inculcado es quizá
la más cruel y adoctrinadora que ha existido nunca, porque se nos ha despojado del
alma, se niega su existencia y su importancia. La nueva ciencia, nacida de la
teoría de la competencia y la maldad innata ha ido cubriendo a la humanidad
como una sombra. Se ha ido infiltrando en todos los recovecos de nuestra inmensidad,
convirtiendo al hombre en un animal sin compasión, sin maternidad, sin nobleza,
sin dignidad. Ha degradado al ser humano y lo ha condenado a ser un animal
mezquino, egoísta, ególatra, malvado. Ha conseguido convencernos de que debemos
ser adiestrados, controlados y castigados. Se ha hecho con el poder a todos los
niveles, y ha impuesto valores y morales de acuerdo a esta imagen errónea,
convirtiendo al ser humano en ese pequeño e insignificante ser. Haciéndolo
creer que es sólo un cuerpo que viene a acumular cosas y a mantenerlo lo más
joven y bello posible. Ese es el éxito que se nos vende; cuánto más bello seas
y más abundancia material tengas más valioso eres. Y es difícil ver más allá de
eso. Una persona que ni es bella externamente ni rica materialmente sólo puede
ser un trabajador incansable, esclavo, para poder obtener algo de respeto.
Todo este montaje alrededor del
ser humano es antinatura. Somos parte de la naturaleza como el resto de la
flora y fauna de este planeta. Se nos quiere fabricar igual que fabrican las
manzanas, todas iguales, sin una sola mancha, con formas perfectas y cubiertas
por cera para que brillen, pero son insípidas, tóxicas y carecen de nutrientes.
De igual manera el ser humano, ese que al probar un tomate o una manzana auténtica
se asombra y deleita con ella, está siendo llevado a la extinción de su
autenticidad, de su naturalidad, de su valía, y como un robot sin criterio ni
sensibilidad no lo cuestiona, sino que se deja manipular y acepta que sólo su
cuerpo es importante, que sólo su cuerpo es real, y sólo su cuerpo es lo que le
da vida. Qué aburrido, banal, insípido e insulso es un ser humano superficial,
tanto como los tomates transgénicos.
Y no hablo sólo a nivel tecnológico y estético, hablo a todos los niveles, aquello que se muestra de una manera es de otra, y con casi total seguridad la opuesta. Nos enseñan, cuentan, dicen que estamos en el mejor momento de la historia, que ahora el hombre es mucho más evolucionado, que ahora el hombre es culto y está educado, que nuestra esperanza de vida es mucho mayor gracias a los avances en medicina, que ahora lo sabemos todo. Esto es pura doctrina, hoy somos mucho más ignorantes que antes, mucho menos evolucionados como seres humanos, mucho más necios, crueles y desleales que posiblemente en cualquier otra época de la humanidad, y estamos mucho más enfermos mental, física y espiritualmente. Debemos empezar a entender que lo que pensamos que es progreso es pura decadencia. Esta mentalidad se empezó a fraguar a partir del siglo XV, cuando el dinero cobró valor propio, antes estaba prohibido que el dinero generase beneficios, era una herramienta que simplificaba el trueque, pero la república italiana sobre el siglo XV quitó esa prohibición, el dinero entonces empezó a cobrar valor por sí mismo, sin tener que apoyarse en algo sólido, y así nació la especulación, la usura y el negocio del dinero, que ha evolucionado hasta nuestros días en que los bancos pueden vender aire, mientras todos los demás deben pagar con dinero.
También en el siglo XV se inventaron las armas de fuego y pudimos empezar a disparar a distancia, escondidos y por la espalda, como dice Enric Costa, es cuando empezó a irse la dignidad y la valentía de nuestra moral. Con la tecnología nos deshicimos de la religión, dejamos de adorar a un ser supremo inteligente y todo compasivo, dejamos de contemplar el alma y el espíritu como valores supremos, y empezamos a adorar a la ciencia, al intelecto, a lo material y al dominio que el ser humano puede ejercer sobre la Creación. En vez de emplear nuestra mayor conciencia y capacidad de decisión e influencia para el bien del planeta, y para todo el que en él habita, como harían unos padres buenos, sabios y conscientes, bajo esta moral progresista lo usamos neciamente, como usureros nos pusimos a usurpar todo aquello que se nos antojaba sin pedir permiso ni perdón. Con la religión tiramos la espiritualidad, la sensibilidad y la ComPasión a la basura pero se mantuvo el adoctrinamiento, el dominio y la tiranía. Tiramos al niño y nos quedamos con el agua sucia. Con las nuevas tecnologías el hombre empezó a creer que estaba por encima de la naturaleza, que la podía dominar y profanar. Hasta entonces la naturaleza era respetada, observada, estudiada, venerada, adorada y cuidada, cualquier intrusismo en ella era visto con recelo y prudencia, incluso temor.
Pero para desgracia mayor de todos la tecnología calló en manos de los hombres de la guerra, que después de la revolución francesa se hicieron con el poder. Porque la igualdad, la fraternidad y la prosperidad no era para la gente ni para la sociedad en general, se peleó para que los militares tuviesen los mismo privilegios que la nobleza. De esta victoria militar nació la alianza entre la nobleza y el ejercito. A partir de esa base se constituyó el estado y la constitución, y como tenían la tecnología para asesinar a poblaciones enteras si rechistaban, implantaron la llamada democracia que llega hasta nuestros días (democracia que sólo un 5% de la población masculina podía ejercer con su voto). Como digo, nada es lo que parece y lo más probable es que sea todo lo contrario; el estado de democracia y la constitución fueron impuestos de forma brutal y sangrienta sobre las gentes. Que en aquella época aún vivían mayoritariamente en sistemas de concilio abierto y bienes comunales, con libertad y autogestión, donde el dinero componía una mínima parte de sus transacciones, era una simple herramienta que simplificaba el trueque. El valor de esta cultura se basaba en las buenas relaciones, la comunidad, la cooperación y el trabajo en conjunto, el apoyo mutuo, el respeto a la expresión individual, y quererse unos a otros como había enseñado el Maestro, que no la iglesia. Eran los herederos de las enseñanzas no adulteradas ni institucionalizadas de Jesús, y no querían cambiar su forma de vida. Eran libres.
Con un recién estrenado estado
apoyado sobre la nueva ciencia de Newton, que determina que sólo existe la
materia, por lo tanto no hay que rendir cuentas a nadie más que al todo
poderoso estado, compuesto por la nobleza y el ejército, y a su mano derecha y
nuevo valor supremo el poderoso caballero Don Dinero, se asentaron las bases de
la civilización que hoy conocemos. A este estudiado y preparado caldo de
cultivo llegó la revolución industrial, a la cual Darwin, y su también nueva y
absurda teoría de la competencia como estrategia de supervivencia, y el más
apto como selección natural, le vino como anillo al dedo.
Sembraron el campo de forma totalmente consciente para que la bestia que ya llevaba unos siglos cociéndose rompiese a plena ebullición. La nueva industria necesitaba mano de obra barata, sino no sería rentable, por lo tanto el estado de la constitución junto con su fuerza armada se encargó de obligar a las gentes a deshabitar los pueblos; les quitaron el comunal, les quintuplicaron los impuestos y les obligaron a pagarlos en dinero, deshicieron su forma de vida y su red de apoyo mutuo, y el poder que otorgaba a la gente el auto-gobierno por concilio abierto. Pueblos enteros fueron aniquilados al negarse a obedecer la constitución impuesta, consiguiendo así que fuesen a las ciudades a trabajar por un salario y en condiciones míseras para poder sobrevivir. Con la bestia del estado y la industrialización vino la esclavitud, se acabaron las libertades, necesidades, deseos y derechos individuales de las personas, el capitalismo y el comunismo, ambos espectros del estado, son la mano derecha y la mano izquierda de un mismo cuerpo. Ambos quieren acabar con la libertad del individuo, y la auto-gestión libre de las comunidades.
La tecnología y la ciencia, regidas por estas bestias presuntuosas, hicieron a un lado con los hombres sabios, los filósofos, los druidas, los chamanes, los místicos, los médicos de aquella época, que estaban intrínsecamente unidos a la naturaleza y a sus enseñanzas, usurpando también así el conocimiento popular, y autoproclamándose referentes y dueños del conocimiento, y de todo lo que pudiesen y quisiesen utilizar. Basándose en el laureado Adam Smith que dijo: “todo lo que se pueda vender es bueno, los países son ricos si tienen cosas buenas o malas que se puedan vender”. Y con ello salieron todas las demás riquezas por la ventana; la riqueza del amor al trabajo, la riqueza de la dignidad, la riqueza de la honestidad, la riqueza de la justicia, la riqueza de la equidad, la riqueza del apoyo mutuo, la riqueza de la cooperación, la riqueza del arte, la belleza y la individualidad, la riqueza de la libertad del hombre y la de todos los demás seres vivientes y sintientes de este planeta, porque todo se puso en venta. El señor Adam Smith le puso un precio a todo y ahora todos lo estamos pagando. Esto hizo que los valores morales y espirituales, que ya estaban en desuso, se sustituyeran completamente por el del beneficio económico. Todo valió a partir de ahí, si producía intereses era beneficioso para todos, especialmente para los vagos, zafios y pobres analfabetos que debían estar agradecidos por tener un sueldo.
En esta época, en que se promulgó la ignorancia de lo rural, se redefinió el término de lo que era el conocimiento, y este recayó estrictamente en aquello aprendido académicamente, donde por supuesto lo que enseñaban eran las nuevas teorías científicas, o digamos dogmas científicos, ya que todas ellas son ciegamente creídas pero están aún por probar. Pero igualmente la cultura académica coge total poder sobre el saber y el conocimiento, y todo saber de las gentes ancestrales, en su mayoría pasadas oralmente de generación en generación, es ridiculizada, degradada, demonizada, desestimada y toma total monopolio sobre lo que es verdad y culto. Esta es la base del adoctrinamiento enseñado hoy en día en los colegios y universidades oficiales. Por lo tanto todo oficio con un título académico toma un enorme valor y prestigio; profesor, médico, abogado, economista, empresario. El ser funcionario se toma como una suerte sólo reservada a los mejores, lo cual les otorga multitud de privilegios y un sueldo digno para toda la vida Como si te tocase la lotería, porque un sueldo digno no es la norma, recordemos que la dignidad también dejó de ser un valor. Los ministerios dictan lo que debes aprender y lo que no, qué debes ingerir y qué no, cómo te debes curar, donde puedes vivir, cómo te puedes divertir, qué es legal y qué no…, muy democrático y constitucional no suena.
¿Por qué no puede el pueblo educarse a sí mismo? Claro, es porque la gente es tonta, e inculta, ¿pero eso no era porque estaban en el medio rural? Ahora que están en su gran mayoría en las ciudades, y todos están educados por nuestro culto y sabio sistema académico, ¿no debería el pueblo saber más, estar más formado, ser menos ignorante? Pues parece ser que no, que la gente es tonta esté educada o no, y sólo el estado y sus ministerios, por alguna gracia divina, saben qué es la verdad y cómo enseñarla. Esta es la manera que el mundo académico consiguió romper al individuo. Le hicieron dudar de su inteligencia, de su sensatez, de sus valores y su valía, de su libertad, de su criterio, y le hicieron creer que lo mejor para construir a la persona es la educación universitaria, sin ella el individuo pierde valor y oportunidades. El analfabeto se convirtió en sinónimo de tonto, inculto, necio, imbécil. El estado y su educación académica denigró todo el saber popular y determinó que sus gentes eran amorales, y ensalza al que trabaja de sol a sol para poder sobrevivir como un hombre de bien, y no como un golfo, un sinvergüenza, un parásito de la sociedad que vive a costa del estado, y de la clase industrial burguesa. En cambio los individuos que componen y/o apoyan el estado se aprovechan del trabajo obligatorio a cambio de un salario que ellos mismos han impuesto, del cual una gran parte el explotado tiene que devolver al estado.
En esta época que se empeñan en describir de mayor apogeo y progreso para la humanidad, las gentes del rural fueron acusados de vagos y maleantes, despojados de sus bienes y formas proliferas y cómodas de vida, y obligados a ir a las ciudades para trabajar por un salario esclavo, es cuando se empezaron a producir numerosas muertes por enfermedades, especialmente entre los niños, los cuales eran obligados a trabajar jornadas de 14 horas diarias, en condiciones pésimas, con fríos y calores extremos, humedad, malnutridos y un largo etcétera, esto es lo que la industrialización y el “todo tiene un precio” creó.
Pero la emergente clase científica y académica también encontró una solución industrial para este declive en la salud infantil. En esa época se pusieron de moda las patentes, especialmente entre los científicos que con las nuevas tecnologías estaban creando grandes avances como la electricidad y la radio. También entre esos inventos estaba el microscopio, que por primera vez permitió al hombre ver que dentro de nosotros viven organismos más pequeños. La grandísima mayoría de los médicos de entonces lo tomaron como parte de nuestro funcionamiento, como supongo que pasaría a los primeros que vieron el cuerpo humano por dentro y descubrieron que estaban compuestos de órganos y asumieron que eran parte fundamental del organismo, y se dispusieron a estudiar sus funcionamientos. Pero en el caso de los microbios no fue así, hubo un químico industrial que planteó la teoría de que esos bichitos, que llamaron bacterias, era malos, y estaban ahí para amargarnos la vida y causarnos enfermedades que él determinó como infecciosas. La grandísima mayoría de los médicos de entonces rechazaron totalmente esa teoría, no tenía ni pies ni cabeza, y se negaron a compartirla. Pero a Pasteur le parecía una teoría muy suculenta, ya que si los bichitos eran malos él podía crear y patentar algo para matarlos. También aquí volvemos a ver la mentalidad militar, intrínsecamente unida al estado y su doctrina, que arrastramos hasta nuestros días, donde toda solución tiene que pasar por una batalla previa. Ahí nació la medicina invasiva y agresiva; la medicina industrial. En sus experimentos con las vacunas y los antibióticos Pasteur no dudó en usar a huérfanos y pobres para probar sus nuevos inventos. Poca gente sabe que hubo muchas muertes, determinadas como misteriosas, pero que de misterio no tenían nada, ya que se produjeron en los sujetos con los que se experimentaban las vacunas y que nadie reclamaría. También hay que recordar que antes de la época industrial en la que se estableció que por un beneficio todo valía, no estaba permitido experimentar con seres humanos ni animales, ya que la primera ley para un médico o un estudioso de la vida era no hacer daño, pero Pasteur no era médico, repito, era un químico industrial, que del cuerpo humano sabía poco. Y de ética moral aún menos.
Esta panda de mediocres como Darwin, Newton, Pasteur, Smith, etc, han creado la cultura que hoy tomamos como la verdad. Esta gente cuyo mayor interés era denigrar al hombre convirtiéndolo en pura mercancía material, son los proveedores de la verdad de nuestros tiempos, han asentado las bases de esta cultura tan poco elegante, sucia y grotesca, ¿cómo no va a estar el mundo sumido en un gran caos cuando todo lo que se enseña es mentira y necedad?
Todo lo que se industrializa corrompe y destruye – todo hecho a nivel industrial homogeniza y saca la vida y la originalidad de lo industrializado. Nos convierte en clones, por donde pasa arrasa con la esencia de lo individual y con la vida en general. Los seres humanos somos todos diferentes, cada uno tiene sus características específicas, no se puede tratar a una persona de una dolencia de la misma manera que se trata a otra, como hace la medicina industrial. Porque no existen enfermedades sino que sólo existen enfermos. Mires donde mires, en nuestro mundo hemos industrializado todo y de esa forma le hemos sacado el alma a las personas, a los trabajos, a las ambiciones, a los valores, a las palabras, a las relaciones, a las aspiraciones. La industrialización y todo el pensamiento que la conlleva corrompe todo lo que toca por su propia naturaleza.
Tenemos que entender que lo que crea progreso no es la competencia, la industrialización y el consumismo. Bruce Lipton explica muy bien que la evolución del ser humano desde hace ya miles de años no depende en crecer un cerebro más grande o alguna parte del cuerpo físico, lo que ha ayudado al desarrollo del ser humano ha sido la cooperación. Se observó que cuando las comunidades empezaron a ser más numerosas fue cuando empezó a haber grandes avances en las sociedades, porque cuanta más gente más mentes contribuían al desarrollo de una idea. Un ordenador no fue creado por una persona, sino que fue creado por unas 50.000 personas diferentes que cada una contribuyó con un concepto o una idea que a lo largo del tiempo acabó desarrollándose en un ordenador. La evolución del ser humano depende de la cooperación no de la competencia. También explica Bruce que nuestro cuerpo es como una comunidad de trillones de células, en esta comunidad ninguna célula puede acumular riqueza hasta que todas las células tienen todo lo necesario para vivir, todas las células han de tener comida, un espacio y una función, una vez que todas tienen esto entonces las células pueden empezar a acumular riqueza en forma de energía. Por supuesto hay células que necesitan y obtienen más riqueza que otras, las neuronas necesitan mucha más energía que las células de la epidermis por ejemplo, pero una vez que ya no puedan contener más energía por si mismas el sobrante es devuelto a la comunidad para ser repartido.
Debemos volver nuestra atención a la naturaleza con humildad como inspiración y aprendizaje, el separarnos de ella y ponernos en un escalón superior nos está llevando a la extinción, ya que ninguna especie está por encima de la Madre Tierra, de la Pacha Mama la creadora de vida. Le hemos perdido el respeto, y esto nos ha hecho ignorantes y maleducados, además de infelices y temerosos. El haber separado la moralidad del beneficio ha sido un error que hoy es obvio, espero y deseo que esta situación tan dramática que el mundo está viviendo con el corona virus nos haga despertar, nos haga ver que no es lógico que viviendo en un planeta que nos proporciona todo haya gente que no tiene nada por la simple gestión que hemos aceptado, por la mentalidad que se nos ha inculcado, por las creencias que nos hemos creído, y por los valores que nos han robado.
Es hora de despertar de este mundo irreal y crear un mundo real donde la verdad impere ante la mentira. No es imposible, ni una quimera, eso es lo que nos dicen, pero como todo lo demás son mentiras.
Cuando yo llegué a Estados Unidos
tenía 15 años, me chocó enormemente cómo parecía responsabilidad del Estado
educar a la población, todo el mundo lo asumía, quizá inconscientemente. No
sólo aceptaban que el estado tenía la responsabilidad de educarles, sino que
había una adoración exagerada a la patria, algo a mí ver enfermizo, un adoctrinamiento
e infantilismo obvio, en el colegio, en las series de televisión, en todos
lados. No se podía decir nada en contra del estado, la policía era sagrada y la
autoridad absoluta. Eso ni en España ni en la Europa que yo conocía era así, y
eso que veníamos de una dictadura, y yo personalmente de un colegio interno
británico en Suiza! y de una educación familiar bastante estricta en cuanto a
modales y comportamiento, como era más habitual entonces. Pero la energía que
se respiraba en ese país era diferente, era como una dictadura encubierta por la frasecita “the land of the free” que estaba por todos
lados. Había como miedo a hablar contra el país, el estado, las costumbres, la
cultura, los ideales, nada que fuese políticamente correcto se podía
cuestionar, era el mejor país del mundo, eran el centro del mundo, nadie les
hacía sombra, no tenían nada que aprender de nadie, ellos habían perfeccionado el capitalismo y la democracia,
y el progreso del libre mercado, eran expertos en la libertad y lo que ello
significaba. Y sin embargo, yo no sentía en absoluto esa libertad, al revés, no
había libertad real alguna. Como individuo no podías elegir pensar por ti mismo,
disentir con los valores y los derechos que el estado había asentado como los
verdaderos. El saltarse una ley, la que fuera, le daba permiso a la policía a
arrestarte in situ, y todo el mundo pensaba que eso era lo democrático y lo
correcto, así se defendía la libertad de todos. Pero, ¿y la libertad
individual? ¿Qué pasa cuando, por el bien de todos, yo no puedo hacer el amor
en la postura que a mí me gusta? Sí, sí, había ciertas posturas que en algunos
estados estaban prohibidas; en Florida en los 80 no podías hacer el amor a
cuatro patas, esa postura estaba prohibida. Recuerdo una noticia que salió en
el periódico, una pareja fue arrestada en su casa mientas practicaban sexo en la
postura del perrito. La policía pasaba por delante de la casa, vio la puerta
principal entreabierta, y entraron para ver si todo estaba bien. Encontraron al
matrimonio haciendo el amor fogosamente pero en una postura prohibida, y les
arrestaron, en su propia casa, en su propia cama, practicando sexo consentido
con su pareja, porque él le estaba dando por atrás. Eso es una noticia real que
se me quedó grabada, me la leyó mi hermana que todos los domingos se leía el
interminable periódico de pe a pa, yo por supuesto ni la tira de comics.
En verano volvíamos a España, y eso sí que era libertad, era una cultura sana, limpia, espontánea, alegre, sin complejos y sin miedos. La policía estaba para ayudar, mis recuerdos de entonces de los guardia civiles o los policías locales son que eran encantadores, educados, aunque yo hubiese cometido la infracción, comprensivos, orientativos, no había doctrina en ellos, ni autoritarismo fascista, eran personas con sentido común y capacidad de decisión, evaluaban todos los datos y peculiaridades de la situación, la valoraban, y respondían de acuerdo a las circunstancias específicas. Esto en España desgraciadamente ha cambiado, y recuerdo perfectamente el momento en que sentí que la policía en vez de un apoyo a la ciudadanía era alguien de quien escapar o esconderse. Un viernes 2010, periferia de San Sebastian de los Reyes, Madrid, sobre las 10:00 de la noche, salí de casa para ir al chino que estaba a 200 metros, mi perrita Bahamas, 12 años, iba olisqueando los puntos clave por delante de mí, sin que yo tuviese que decir nada paró en el paso de cebra, esperó a que llegase y juntas cruzamos la calle. Al cruzar salieron dos policías vestidos de calle escondidos detrás de un coche para cogerme infraganti y multarme gravemente por llevar al perro suelto. Ya vas en alerta, ya sea por el perro o por no ponerte el cinturón de seguridad o por chorradas que implican la libertad individual de uno, volví a sentir lo mismo, era la misma sensación de cuándo veías a un policía en Estados Unidos; miedo. Este adoctrinamiento también lo siento en la gente ahora, parece que todos pertenecen a la secreta, porque al igual que en Estados Unidos entonces, no te podías fiar de nadie, cualquiera podía denunciarte por fumarte un porro, o por lo que fuera que la doctrina del estado había decidido que era malo para ti y que no lo podías hacer, últimamente aquí es lo mismo, parece que todo el mundo está vigilando a ver si las leyes y las normas se cumplen, o incluso si disientes de ellas, porque por la libertad de todos tú no puedes disentir. El sentido común ha desaparecido y con él las personas.
El estado del capitalismo es igual de castrante para la libertad individual que el del comunismo. La industria crea clones, todos deben vivir de la misma manera, educarse de la misma manera, curarse de la misma manera, pensar lo mismo, comprar lo mismo, decir lo mismo, vestirse igual, tener la misma apariencia. Si te manifiestas en contra o favor de algo que el estado la constitución y la democracia ha denominado como un valor o un derecho, o que no tiene valor ni derecho, estás sentenciado al insulto, a la ridiculización, a la exclusión, incluso a que te arresten o denuncien, tus ideas no son respetables, no se pueden sopesar ni valorar. Cada vez más nuestro país se parece a ese país de gentes adoctrinadas y falta de libertad individual absoluta. Los de la izquierda se lo han tragado tanto como los de la derecha, no hay diferencia entre ambas manos de un mismo estado. No sólo nos hemos creído lo del estado de la libertad sino que lo defendemos a capa y espada, y somos más esclavos que nunca. El sueño Americano ha sido importado como adoctrinamiento de estado.
Por qué no podemos escoger la forma de sanarnos, por qué no entran en la seguridad social todas las diferentes vertientes y variantes de curación que hay hoy en España. La falta de camas, de personal o de lo que sea que haya escasez porque siempre la hay, se solucionaría, porque hay tantas gentes como formas de curación, es decir no existen enfermedades sino enfermos. Y por qué debo aprender la historia y la ciencia que el estado establece como la auténtica, cuando hay muchas otras teorías igual o más certeras que las oficiales. Porqué debo yo meterme en una forma de vida que no me interesa como la de trabajar por un salario. Porqué es el estado el que decide si eres un estorbo, válido, o un vago y no eres bueno para la sociedad, cuando el estado mismo es el mayor centro de corrupción y sanguijuelas conocidas, y en esto estamos casi todos, sino todos, de acuerdo, sin embargo, a pesar de las evidencias, la gente sigue yendo a votar pensando que van a cambiar algo. Esto es adoctrinamiento, ya no se piensa, ya no se disiente, ya se obedece con la cabeza gacha, porque el estado y los que mandan saben mejor lo que hay que hacer, ellos están preparados, hay que confiar en ellos porque trabajan para nosotros, cuando todo el mundo sabe que esto no es así. Esto es adoctrinamiento. Y en España no olvidemos que el que sentó las bases del estado de bienestar y la seguridad social fue un dictador fascista.
Un estado que estuviese centrado en la libertad individual de las gentes, que tuviese como valor primordial el bienestar común, que tuviese como meta que todo el mundo tuviese lo necesario para vivir dignamente, como dice la sagrada constitución, no daría la sanidad y la educación pública, daría la casa, la energía y la comida, estos sí deberían ser derechos individuales exigibles, porque esto es lo básico para poder sobrevivir. Con la base garantizada la persona podría crecer libremente, explorar quién es y qué ha venido a desarrollar aquí. No somos sólo un cuerpo, ni hemos venido aquí a aspirar a estudiar una carrera para tener un salario fijo para poder sobrevivir. Hemos venido aquí a desarrollarnos como seres humanos, a aprender a vivir en comunidad, ayudando y apoyándonos unos a otros para que cada uno pueda desarrollarse en todas sus vertientes, la espiritual, la humana, la mental, la creativa, la emocional y la afectiva con plena libertad, y poder así evolucionar como especie.
Pero esto, argumenta el estado, es mantener a vagos, eso sería un caos, nadie trabajaría, pero eso vuelve a ser adoctrinamiento. Primero no lo sabemos porque no lo hemos probado científicamente, es decir un estudio de prueba y error, pero es que la ciencia oficial no acostumbra a ratificar los pilares teóricos en los que asientan sus bases. Para esta teoría del vago se basa en la teoría de Darwin, que dice que el ser humano para sobrevivir debe ser mezquino, egoísta y competitivo, cuando la naturaleza nos demuestra todo lo contrario, que la supervivencia se basa en la capacidad de la cooperación y el apoyo mutuo. Pero, como casi todas las teorías científicas que el estado mantiene como verdades, proviene de un hombre bastante mediocre, poco brillante, como la gente que compone los gobiernos. Una familia que tiene las necesidades básicas cubiertas, una casa que les de cobijo, comida, agua y energía, en ese ambiente no se respira la angustia de no poder pagar el alquiler, de no poder comer, del frío, y el estrés y el pánico que genera la pobreza y la escasez. Una familia con eso cubierto será una familia estable, más o menos equilibrada, donde crecerán niños saludables, y en su gran mayoría se convertirán e adolescentes sanos, despiertos y seguros. Si observas a los adolescentes, que son los adultos del futuro, ves que la vida es imparable, que ninguno va a preferir quedarse de brazos cruzados, que todos tienen sueños, ganas, ideas, energía. Tranquilo Papá Estado, el ser humano no necesita vivir de ti, necesita que propicies y proporciones las mismas oportunidades a todos para poder vivir dignamente, eso es todo lo que el estado debería dar a sus gentes, eso es la única igualdad en la que nos deberíamos centrar, la igualdad de oportunidades. Es la gente la que mantiene al estado, no al contrario, y es el estado el que le debe dar a la gente lo que mejor le viene, lo que más fuertes y libres les haga, para que puedan desarrollarse como individuos únicos e irrepetibles que es lo que somos. No necesitas educar a tu gente, porque la gente no es tonta, sabe educarse a sí misma y va muy por delante del conocimiento académico del momento y con información mucho más veraz. La gente se vuelve tonta al adoctrinarla, es decir al ser educada por el estado que le dice qué tiene que pensar y creer, esto es lo que vuelve a la masa idiota.
Entonces ¿porqué son la sanidad y la educación derechos exigibles y no la vivienda, la energía y la comida? La salud y la educación deberían ser responsabilidad del individuo, la responsabilidad del estado es proporcionar lo esencial para la vida de las personas, y eso no es el médico, este se necesita una vez que lo esencial ha faltado. Y tampoco la educación es algo que debería ser responsabilidad del estado, a menos que lo que se busque sea adoctrinar y no educar. En la época que vivimos la información está al alcance de todo el mundo, siempre y cuando tenga una casa con energía, medios que el estado debería proporcionar. La educación debe ser libre. Lo que gastamos en vivir todos los meses bien daría para formarte con los mejores maestros del mundo y tener acceso a las mejores terapias que existen. El estado de libertad y democracia ni es libre ni es demócrata, es una dictadura en la sombra, y como la gente está adoctrinada, llena de creencias falsas, no lo ve, y lo peor, ni lo quiere ver.
El estado de bienestar y libertad está convirtiendo al ser humano en zombis. Ahora veo en España lo mismo que veía en Estado Unidos, un sistema de creencias tan arraigadas que las personas no quieren ni cuestionárselas, si lo dice el estado es porque sabe más, sabe mejor, nosotros no sabemos nada. A pesar de que ese estado está dirigido por gente mediocre, usurera, mentirosa, ambiciosa, avariciosa, peligrosa e inhumana la gente sigue yendo a él para pedirle protección y ayuda. Eso es adoctrinamiento, y lo hemos importado de Estados Unidos. Consiguieron que el resto del mundo importara las formas de su amado y adorado país, el mejor del mundo, el que no tenía nada que aprender de los demás se ha cargado al resto de las culturas y ha impuesto la suya. La mayor dictadura encubierta, el mayor imperio de la historia ya se ha asentado y se llama el estado de democracia. The land of the free.
«Los rituales los hacemos sin saber por qué, por costumbre. La ceremonia se hace con propósito y espíritu.»
En el ritual no hay consciencia ni intención. Es una repetición de algo que hemos aprendido. El ritual de por sí no tiene porqué ser algo beneficioso y positivo, ni tampoco lo contrario, pero lo que no suele conllevar es el proceso de la introspección y el escrutinio, no conlleva un saber del origen y el significado. Es un acto mecánico, programado. Nuestra cultura está llena de rituales que pasan desapercibidos, incluso se pasan de generación en generación sin ser revisados. Se siguen porque siempre se han hecho así, es la tradición.
Los rituales ejecutados en masa son potentes puntos de anclaje para reforzar la programación. La religión está llena de rituales que de alguna manera recuerdan y refuerzan la pequeñez del individuo y la grandeza de Dios, es buen método para controlar a la población, el miedo siempre funciona. Pero la gente sigue esos rituales no entendiendo que les hacen menos libres, es una forma de entrenar a la mente a repetir algo que muchos hacen sin entender el significado ni el origen, por inercia y/o por obligación.
Vivimos atontados entre tantos rituales incuestionables, preocupados por cumplir con unas celebraciones impuestas, e intentando buscarle el significado profundo a algo que no lo tiene. Los rituales son perfectas prácticas para conseguir que la gente acepte y se rija por ellas sin preguntarse porqué o qué consecuencias tienen. Lo que tenían de ceremonia se les ha extirpado, como el árbol de navidad, que era una celebración al poder de la naturaleza, un homenaje al cielo y la tierra en el cual se decoraba los árboles con antorchas y se danzaba a su alrededor. Esta ceremonia se ha retorcido para crear un ritual que anima a cortar arbolitos, meterlos en casa, para tirarlos un mes después. Es un ritual que causa la tala de cientos de miles de árboles, creado alrededor de una ceremonia que celebra la naturaleza que da vida.
Estas prácticas crean a seres humanos preparados y entrenados a seguir la nueva tendencia, sea de moda o científica, por inercia sin escrutinio alguno. Así es cómo se convence a toda la población de que la vida está basada en la competencia, una teoría absurda, la cual nos hemos creído a pies juntillas, bajo la cual en vez de crear vida más bien estamos demostrando cómo terminar con ella. Mentiras como que los virus y las bacterias están ahí para atacarnos, cuando en realidad estamos formados por ellos, mantienen el equilibrio y superan con creces al número de células en nuestro cuerpo. Mentiras como que los hombres son violentos por naturaleza y las mujeres necesitamos protección ante ellos, cuando la unión del hombre y la mujer es el vínculo más importante que pueda existir ya que es creador de vida, y clave para la supervivencia del ser humano, gracias esa unión hemos sobrevivido millones de años. Todas estas mentiras crean rituales a su alrededor, parece que esto las hacen más verdad y el ser humano las integra porque ya está entrenado a hacerlo.
El ritual no es algo sagrado y lleno de conocimiento e intención como lo es la ceremonia, es una herramienta muy útil para dominar las mentes y costumbres de los hombres.
La ceremonia sin embargo es un acto consciente, con una intención específica y con un significado importante. Ojalá el año que viene la humanidad sea más consciente de las creencias que apoya, tanto las que provienen de su clan y su entorno sobre sí mismo, como las de su cultura y el mundo que le rodea.
El dogma científico actual es que la materia es lo único que existe, y por lo tanto todos nuestros sistemas ortodoxos, la política, la economía, la medicina, la educación se basan también en la materia como valor máximo.
Ahora la ciencia independiente cuestiona la valía de los dogmas sobre los que se sustenta la ciencia moderna. Lo curioso del tema es que son los científicos los que se aferran a creencias como la teoría de Darwin, o que el ADN es lo que determina muestra suerte, o la Newtoniana que sostiene que todo lo que existe es la materia, cuando hay más evidencias en contra de estas creencias que a favor. Estos son dogmas, y la definición de un dogma es una creencia o sistema de creencias en una religión o sistema político la cual se sostiene como verdad y no a lugar a replicas o que se cuestione su veracidad. Cómo puede, en la ciencia, haber puertas cerradas sin opción a que sean investigadas? es lo opuesto a lo que la ciencia es.
Es interesante y revelador aquí recordar que la ciencia materialista salía de la opresión del totalitarismo de la religión que sólo daba valor al espíritu. Y parece que como por revancha se descartó de la ciencia rigurosa y seria todo valor o credibilidad al alma, a la consciencia, a los ángeles y a Dios.
Pero los dos sistemas de creencia son las puntas de un mismo palo, a un extremo sólo el espíritu cuenta, existe, al otro solo la materia existe, tiene valor. La verdad, que se suele encontrar en la armonía, está en tomar en cuenta todas las partes, el palo entero. Porque todas las partes existen.
Ahora los físicos, filósofos, biólogos herejes están cuestionando estos principios, que verdaderamente son opiniones de otros que se han dado por buenas, y se han convertido en dogmas, y ahora tergiversamos las evidencias, o evitamos hablar o cuestionar estos dogmas, al igual que la Iglesia y la religión hizo en su día.
Rupert Sheldrake cita lo que Terence McKenna dice sobre el Sistema de creencias de la ciencia moderna; «Danos un solo milagro gratis y explicaremos todo el resto». El milagro al que se refiere es el Big Bang. Lo califica como milagro porque la ciencia sostiene dos dogmas que contradicen esto: «fuera de nosotros no hay consciencia» y «el total absoluto de la materia y la energía siempre es el mismo». El Big Bang tiene que ser un milagro porque con él toda la materia y la energía y las leyes que la gobiernan aparecieron de la nada simultáneamente en un instante.
A continuación voy a añadir los 10 dogmas ilusorios de la ciencia que Rupert Sheldrake expone, con breves definiciones de cada una también sacadas de su discurso. Creo que es muy revelador el leerlas, y en vez de como afirmaciones verlas, quizá por primera vez , como preguntas.
LOS 10 DOGMAS DEL ENGAÑO DE LA CIENCIA
La mayoría de los materialistas no se dan cuenta que tienen sistemas de creencias. Creen que otras personas tienen sistemas de creencias pero que ellos conocen la verdad.
La Naturaleza es Mecánica-
Como máquinas. El Universo, los animales, las plantas, nosotros. Estamos genéticamente programados como ordenadores.
La Materia es Inconsciente-
Todo el Universo está hecho de materia y ésta es inconsciente. Con la sola excepción de que de repente se detonó en la mente humana, pero el resto de Universo es inconsciente.
Las Leyes de la Naturaleza son Constantes y Fijas-
Desde el momento en el que ocurrió el Big Bang y se han quedado así para siempre.
La Cantidad Total de Materia y Energía es Siempre la Misma –
Menos en el momento del Big Bang, cuando toda la materia y la energía aparecieron de la nada.
La Naturaleza no tiene Propósito-
Es pura mutación accidental, la evolución no tiene un propósito o una intención. No vamos a ningún lado.
La Herencia Biológica es Material-
Todo lo que heredas biológicamente; genes, ADN, las modificaciones epigenéticas, citoplasmas, químicos, etc., es exclusivamente material
Los Recuerdos están Guardados de Forma Material Dentro del Cerebro-
Todo lo que podemos recordar está dentro de nuestra cabeza. Nadie sabe cómo funciona. Se asume que se debe a terminaciones nerviosas o algún otro mecanismo dentro del cerebro.
Tu Mente Está Dentro de tu Cerebro-
Los Fenómenos Psíquicos como la Telepatía son Ilusiones-
Puede que aparenten pasar. pero no pueden pasar porque son imposibles – tu mente está confinada dentro de tu cabeza, por lo tanto no pueden pasar- Si hay alguna evidencia de que eso ha pasado es errónea, una casualidad o un engaño.
La Medicina Mecánica es la Única que Verdaderamente Funiciona-
La medicina alternativa u otros tipos de medicina puede que aparenten funcionar, pero eso es sólo porque se iban a curar en cualquier caso, o son producto del efecto placebo (como si esto no fuese un método de curación). La única que funciona es la medicina que trabaja sobre el mecanismo del cuerpo físico y químico, esto es la cirugía y los medicamentos.
Estos dogmas constituyen el punto de vista mundial por defecto y bajo estos dogmas, que no se mantienen bajo un escrutinio científico, se asientan las bases mundiales de nuestra civilización. Va siendo hora de revisar nuestro sistema de creencias en cuanto a la ciencia, pero también el sistema jurídico por ejemplo que está basado en el derecho Romano y este tiene unos cuantos de miles de años, se hizo en una cultura donde la esclavitud era aceptada y practicada comúnmente. A la velocidad que está cambiando el mundo, con solo echar una mirada a cuando eramos niños o a cuando nuestros padres o abuelos lo eran, el mundo está irreconocible, sin embargo las bases que más influencian nuestra civilización y cultura están más que anticuadas, no pueden contener dentro de sus limites dogmáticos tanta noción y crecimiento como está ocurriendo. Las estructuras que sostienen nuestro sistema de creencias están derrumbándose y hay una gran resistencia a ello porque como nuestro sistema de valor es material, si el sistema se derrumba se derrumba con el la estructura económica que es la que más valor tiene en la sociedad, y esto produce un temor tremendo a aquellos que ahora están en poder material de todo el sistema.
Nuestra programación está compuesta por capas, es decir el camino hacia la “sanación” no es un camino lineal y recto; tengo esta condición o síntoma y lo quito de en medio, se terminó el problema. Esto según mi experiencia es muy pocas veces así, y cuando lo es quiere decir que no estamos tocando programación, sino algo muy puntual. Pero lo que nos trae por el camino de la amargura, lo que nos encontramos una y otra vez en nuestra vida, eso que intentamos ignorar pero cada vez se va haciendo más grande siempre tiene que ver con la programación.
¿Qué quiero decir con programación? Pues los patrones de pensamiento y creencias sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea, que adquirimos en la infancia y que da forma a la manera en la que percibimos nuestras experiencias. Todo el mundo puede entender esto, dos personas puestas en la misma situación y bajo las mismas condiciones van a tener experiencias distintas, no porque el entorno cambie sino porque la visión que tiene cada uno de sí mismos y del entorno cambia. Cada uno lo va a ver a través de sus lentes y esas lentes están graduadas según los patrones de supervivencia que cada uno ha adquirido, mayormente en la infancia. Esto los convierte en mecanismos inconscientes y automáticos que suceden sin que el individuo sea consciente de ellos.
Lo queramos creer o no somos animales, y nuestra biología no está separada del resto de mecanismos que nos rigen como el instinto, las emociones, los pensamientos, la química. No somos un mecanismo lineal que tenga un principio y un fin, no hay en dónde acaba la emoción y empieza el instinto, o dónde empieza el pensamiento y termina la química del cuerpo. No existe un órgano dañado si no ha habido antes un shock emocional potente, que ponga la supervivencia en jaque. Y cuando digo supervivencia seguramente la mayoría de la gente piense en una escena de guerra, o un ataque violento de algún tipo, un accidente, pero para el conjunto del organismo una situación de supervivencia puede ser que el trabajo esté en peligro y por lo tanto la forma de alimentar a la familia, o que la pareja se vaya lo que pone en peligro la estabilidad del nido, o que te diagnostiquen una enfermedad que ponga en peligro tu vida, o que uno de los padres se enfade y te retire la palabra lo que es una exclusión del clan, todas estas situaciones son para el organismo que recibe la información a través de la emoción, situaciones en dónde la supervivencia está en juego y por lo tanto los mecanismos de defensa programados con anterioridad saltan para combatir la situación.
Unos pueden experimentar ataques
de ira, otros salir corriendo, otros ansiedad y paralización, otros depresión,
y tanto la respuesta como la percepción sobre la situación estará determinada
por la programación adquirida en la infancia. Es decir si en tu familia en los
momentos de estrés lo mejor era estar calladito para sobrevivir ese es el
programa que saldrá automáticamente, si lo mejor era desaparecer eso harás, si
lo mejor era asentir y doblegarse así hará el mecanismo cuando se vea en
peligro, y si lo mejor era atacar para defenderse esa será la respuesta
automática, y también de forma automática la biología lo reflejará en el órgano
correspondiente a cada función. Muchas veces veo que la gente cree que este
tipo de cosas son parte de su personalidad, de cómo ellos son, y en absoluto es
así, muchas cosas que tomamos como que eso es parte de mí forma de ser, “Yo soy
así”, no son en absoluto ellos sino que son programaciones que otros les han
programado, no las han elegido, ni las desean, ni tienen nada que ver con ellos
y sin embargo las aceptan como partes inmutables de su ser.
Las capas que componen la programación
son precisamente estas vivencias que experimentamos a consecuencia de nuestras
percepciones personales, éstas van reforzando las creencias basadas en lo que
nos han dicho sobre nosotros y el mundo, y viceversa las experiencias nos
muestran esas creencias de vuelta. Por
eso la “sanación” es la liberación de las capas de patrones, hábitos, emociones
atrapadas, impresiones energéticas y demás capas que estas vivencias han ido apilando,
para llegar al núcleo que sería la creencia.
No es posible ni deseable de
golpe y porrazo cambiar todo su sistema de creencias a una persona, la
desorientación crearía mucho más conflicto del que la persona ya tiene. El camino
a la sanación es ir poco a poco deshilando esa maraña de creencias, patrones,
mecanismos de defensa y percepciones que están afectando negativamente a la
persona. Este suele ser el trabajo de toda una vida, hay épocas en las que el
trabajo interior es muy intenso, y hay otras épocas que pueden traducirse en
años, que son más tranquilas. Pero en algún momento una nueva capa de eso que
ya te has trabajado hasta la saciedad volverá a salir, y ese patrón que te
llevas trabajando años vuelve a fastidiar, y esto nos desespera, parece que
todo eso que hemos hecho no ha servido para nada, “aquí está de nuevo esta
emoción, esta situación, este reto con otro nombre, en otro sitio, con otro
color pero el mismo patrón de siempre”. Pero si te fijas no es igual, ahora
tienes una percepción diferente sobre el tema, ahora eres más consciente y
seguramente lo que se libere sea lo mismo pero con un matiz diferente.
Y entonces para qué sirve
trabajarse diría uno, si nada cambia, si me voy a encontrar con lo mismo una y
otra vez. Según yo lo veo por dos cosas, la primera es que la intención al
venir aquí no es deshacerte del tema que se te repite sino jugar con ello en
esta vida. Y segundo al ir deshaciendo capas de programación la perspectiva
sobre el asunto irá cambiando, se hará más llevadero, habrá otras opciones a tu
alcance, habrás avanzado en la forma de manejarlo y de encajarlo, cosa que si
en vez de ir quitando capas lo que haces es sólo seguir añadiendo llegará un
momento en que el tema se haga insuperable y te amargue la existencia. Por ello
es esencial no desanimarse, entender que es un proyecto de vida, que
seguramente haya muchos momentos de frustración, de tristeza, de cabreo, de
impotencia, pero cada vez te darás cuenta antes de que todo ello forma parte de
tus patrones, cada vez serás consciente antes de lo que está pasando, cada vez
la comprensión será más clara, y también lo será la solución.
Los científicos independientes como Gregg Bradon y Bruce Lipton entre otros, aseguran que estamos metidos de lleno en la sexta extinción en masa de la historia de este planeta, y esta vez la causa somos nosotros y nuestro comportamiento. Se nos ha hecho creer que el ser humano es el dueño del planeta, que podemos hacer y deshacer a nuestro antojo porque somos los más evolucionados porque tenemos el dedo gordo de la mano. Se nos ha entrenado en la competencia porque se nos ha enseñado que el hombre es malo por naturaleza, y por lo tanto es comprensible y admisible que nos matemos y extorsionemos unos a otros. La ciencia oficial dice que estamos aquí por casualidad, por una serie de errores o coincidencias, y que somos sólo materia, que lo único que es real y por lo tanto existe es nuestro mecanismo físico y el de nuestro entorno. Y sobre todo se nos ha grabado a fuego que el valor supremo y todo lo que te va a hacer feliz en este mundo es el dinero y que nuestro sistema económico es imprescindible para nuestra interacción y sobre vivencia.
Qué representantes nos están guiando?
Qué voces estamos eligiendo creer, admirar y obedecer?
En quién estamos depositando nuestra confianza para que actúe y decida en
nuestro nombre?
A quienes le estamos entregando nuestro poder?
Cómo puede ser posible que se siga extrayendo petróleo del suelo cuando sabemos que está creando el mayor problema de contaminación y polución en el planeta, matando los mares e intoxicando el aire, sobre todo teniendo la tecnología para crear energía gratis y renovable. Cómo puede ser posible que se trate nuestra agua potable con tóxicos reconocidos como el flúor, y se manipulen nuestros alimentos de forma que acaban intoxicando y dañando nuestro organismo al ser molecularmente incompatibles con el sistema biológico. Cómo puede ser posible que la “sanidad” sea la tercera causa de muerte del mundo civilizado y a pesar de ello se estén persiguiendo, prohibiendo y sancionando sistemas de curación más eficaces, baratas y seguras. Cómo puede ser que a pesar de que sabemos que nos estamos no sólo aniquilando a nosotros mismos sino al planeta entero, no se cambie el modo de operar que tenemos sino que se hagan malabares para seguir de la misma manera. Cómo es posible que la mitad del planeta esté tirando comida y la otra mitad esté muriendo de hambre. Cómo es posible que las iniciativas de ayuda, recuperación y apoyo sean de la población y no del sistema que se encarga de organizar los gobiernos, y sí sin embargo sean responsabilidad de éstos las guerras y las injusticias más abusivas y atroces. ¡Cómo es posible que aceptemos que una “ciencia” llamada economía, inventada por el ser humano nos rija! Me parece totalmente surrealista, porque lo es, el que cuando la bolsa cae sea peor que un desastre natural y cree muchas más muertes, desesperanza, escasez y miseria, es algo totalmente incomprensible, acaso ¿no lo hemos creado nosotros? pues claramente la controlamos nosotros, podemos hacer que suba, que baje, que se quede quieta, que desaparezca, no sólo es posible sino que se usa de forma totalmente arbitraria y consciente. En cambio, eso sí que no está en extinción, eso, que gobierna nuestro mundo y solo el nuestro, porque a la naturaleza el dinero se la trae al pairo, sigue fuerte y cada vez con más poder y más voz. Cómo puede ser que dejemos en manos de mentes enfermas, psicóticas y narcisistas el destino y el porvenir de nuestras vidas y las de nuestras comunidades. Todo el mundo quiere lo mismo, todo el mundo quiere vivir en paz y feliz, cómo es posible que con lo avanzadísimos que somos y a pesar de nuestro dedo gordo no lo consigamos? Cómo es posible que este mundo que lo tiene todo para crear un paraíso sea un infierno para la gran mayoría.
Es posible porque lo permitimos, porque le damos la razón al «establishment» al pensar que otro sistema sería imposible. Es posible porque estamos tan adoctrinados y aterrorizados que no nos atrevemos a pensar diferente, a dejar de seguir creyendo y obedeciendo órdenes y reglas incoherentes e injustas, que se basan en premisas falsas para poder mantener a la población subyugada e ignorante de su poder y la libertad que posee por derecho al nacer en un planeta abundante y generoso por naturaleza. Las mentes que ahora están dirigiendo el destino del mundo, y que crean todas esas leyes necesarias para gobernar “al ser malvado e inconsciente que es el ser humano”, están verdaderamente enfermas, se niegan a rectificar el curso a pesar de saber que va a acabar en tragedia mundial irrecuperable como los aviones en dirección a las torres gemelas.
Pero quién va a ser el valiente que ponga al poder financiero en su sitio
de servicio al mundo, en vez del mundo a su servicio. Quién va a enfrentarse al
gigante alimentario que se ha apropiado de las semillas de la tierra y de las
plantas sanadoras y de forma grotesca lo usa con fines perversos. Quién podría
plantarle cara a las sombras que crean las guerras, la miseria, la hambruna y
las plagas. Pues nadie. Nadie, porque esta revolución no va a estar representada
por una cara ni por un líder. Esta es una revolución de conciencia colectiva,
es la comunidad la que lo va a exigir. A una persona se la puede corromper,
extorsionar, amenazar y matar pero no a una evolución de consciencia. La
evolución está llamando a la puerta, esta es rápida, tampoco es como se nos ha
dicho algo que tarda generaciones y generaciones en transmitirse, la evolución
y la adaptación se producen instantáneamente, al igual que los anticuerpos que
la madre proporciona al bebé a través de la leche, se adaptan constantemente al
entorno, son mecanismos de supervivencia. Esta sexta extinción en masa tiene
nombre y tiene dueño y depende de nosotros el que recojamos el guante y
evolucionemos desafiando lo establecido, o miremos hacia otro lado y aceptemos
la extinción.
Estamos aquí para evolucionar, esto es incuestionable, pero la evolución del ser humano no es crear un cerebro mayor, ni crecer alas, nuestro mecanismo es tan perfecto que aún no lo hemos logrado entender, la evolución será provocada por nuestra intención. Esta es una evolución de consciencia y no va a pasar por sí sola. La evolución no es una serie de coincidencias arbitrarias como se nos ha hecho entender, la evolución viene a consecuencia de una intención. Se nos ha dado ese pulgar y la libertad de elección del libre albedrío para atender el jardín, y en vez de mimarlo y protegerlo lo estamos esclavizando y aniquilando. La evolución no se consigue a través del esfuerzo, el trabajo duro, el sudor y la sangre, la evolución se consigue con la pureza de intención detrás de la acción, de la palabra y del pensamiento. La pureza de intención, la contribución, la cooperación, cómo puedo ayudar al otro, como dice Tom Campbell bajar la entropía, reducir el caos. Pero debe ser desde el Ser, debe ser real, eso es la pureza de intención, no porque es lo que debo hacer o lo políticamente correcto, sino porque lo siento así, mi Ser lo siente así. Esto es integridad.
La revolución de la evolución de la consciencia, aunque parte de una decisión individual, es un movimiento que debe ser colectivo, no hay otra forma. Para que el cambio se produzca debemos llegar a la masa crítica del efecto del centésimo mono, una vez sobre pasado ese límite se expandirá exponencialmente y la inmensa mayoría recibirá la subida de consciencia, pero ahora, “los primeros monos”, debemos tomar una decisión consciente e individual, y no puede ser simulada, ya que la consciencia no puede ser engañada. Puedes engañar a otros simulando una sonrisa, un gesto agradable, las palabras y los actos correctos. Te puedes engañar a ti mismo escuchando todas las explicaciones lógicas y adoctrinadas que te repite tu cabeza basadas en tu programación, pero no puedes engañar a la vibración que emanas, no puedes engañar a la consciencia que las lee y te las devuelve en forma de experiencias.
Sólo se llega al Ser, deshaciéndote de las capas de programación, patrones de comportamiento y creencias que te separan de ser Tú, y poder vivir desde la pureza del Ser ¿Hace cuanto que no cuestionas tus creencias, hace cuanto que no haces limpieza de Emociones Atrapadas, hace cuanto que no revisas pensamientos anticuados ya obsoletos? Si es tu deseo o tu llamada impulsar esta evolución, ser uno de esos primeros monos en adoptar el nuevo paradigma, es importante hacerlo periódicamente porque la consciencia siempre se está expandiendo, nunca llega a un fin, y debemos seguirle el ritmo manteniendo nuestra propia evolución al día.
Llevo estudiando y practicando la Ley de la Atracción desde 1997 cuando leí Seth por primera vez y su famosa frase de «tú creas tu realidad», que es lo que dice la Ley de la Atracción. En los últimos 10 años amplié enormemente mi conocimiento sobre esta Ley y las otras dos que la acompañan, la de la creación Deliberada y la de la Ley del Arte de Permitir gracias a las eneseñanzas de Abraham-Hicks, y otros muchos maestros en esta practica, entre ellos Joe Vitale, quizá el más reconocido en este arte, con quien me certifiqué el año pasado.
Las 3 Leyes:
La primera Ley, la Ley de la Atracción dice: todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo. Aunque esto pueda parecer una afirmación bastante simple, define la Ley más poderosa del Universo, una Ley que afecta a todas las cosas en todo momento. No hay nada que no esté afectado por esta poderosa Ley.
La segunda, la Ciencia de la Creación Deliberada, dice: Aquello en lo que pienso y en lo que creo o espero es. Resumiendo, consigues aquello en lo que estás pensando, tanto si lo quieres como si no. La Ciencia de la Creación Deliberada es la aplicación deliberada del pensamiento, pues si no entiendes estas Leyes y las aplicas de manera meditada, simplemente creas por defecto.
La tercera, el Arte de Permitir, dice: Yo soy lo que soy y estoy dispuesto a dejar que los demás sean lo que son. Cuando estás dispuesto a permitir que los demás sean como son, aunque ellos no te lo permitan, te conviertes en un Permitidor, pero no es probable que llegues a ese punto si antes no has comprendido cómo te pasa lo que te pasa.
El Código del Cuerpo es la guía más completa de sanación energéticaque existe actualmente. Se compone de 6 secciones que incluyen todo lo que puede afectar a nuestra salud física, emocional y mental:
Energías – Emociones Atrapadas, traumas y otras energías mentales y emocionales como creencias, energías ofensivas o Muro de Corazón.
Sistemas y Circuitos – los órganos, glándulas, músculos, sistemas del cuerpo y las conexiones entre ellas.
Tóxicos – intoxicación por metales pesados, radicales libres, químicos, Radiación EMF, toxinas médicas y medioambientales, y más.
Patógenos – Hongos, virus, moho, bacterias, parásitos que afectan de forma negativa a nuestras células.
Estructural – Los huesos, nervios y tejidos conectivos y su alineación para apoyar sus funciones.
Nutrición y Estilo de vida – La comida que comemos, incluido las especies y nutrientes, el ejercicio y las necesidades personales.
Llevo practicando y usando el Código del Cuerpo en mis sesiones desde el 2013.