Con cada experiencia en la que verdaderamente te paras a mirar al miedo a la cara ganas fuerza, valentía y confianza.
Puedes decirte a ti mismo; -He vivido este horror. Puedo con lo siguiente que venga.-
-Eleanor Roosevelt
Esta mañana me levanté en tremendo desasosiego, con pensamientos que me estaban pasando por la cabeza, tremendo enfado, frustración, injusticia… mal despertar.
Y lo peor es que estos recuerdos eran de hace más de 20 años!
“Y esto?”
“A qué viene?”
“Otra capa más que quitar… “
Ayer noche estuve enfrascada en los principios de la Ley de la Atracción estudiando para el certificado de practicante, y, aunque llevo años practicándola y usando sus bases tanto personalmente como en mis sesiones, me di cuenta de que en una parte de mi vida estaba totalmente obviándola, torciéndola, para justificar la falta de materialización, de evidencia, de presencia de eso que deseo en mi vida. Estudiaba sobre la parte más básica, que tus emociones son un efecto directo de tus pensamientos y cómo esto crea nuestra realidad, que cuando uno se siente mal es porque no está pensando bien, lo que pasa es que muchas veces no somos conscientes de lo que pensamos.
Me fui a la cama pensando es esto, “cuáles serán esos pensamientos que obvio y que impiden que manifieste lo que llevo tanto tiempo intentando manifestar”. Y hoy me despierto con este tremendo malestar de recuerdos de hace 20 años… sé que es así como funciona, lo veo cada día… lo que nos duele ahora simplemente duele más porque es un reflejo de lo que lleva toda la vida pasando, hasta que vemos cuál es la creencia que crea ese pensamiento tan recurrente y familiar que se vuelve invisible, porque es ya parte de nuestra identidad.
“Esto tiene que ser una creencia”
Las creencias es lo que tienen que no se ven, como son creencias son la realidad, no se cuestionan, ni siquiera se ven como creencias, son cosas inamovibles. Tocaba paseo y cascos con grabación de una sesión de Técnica de Transformación Espontánea (STT), no hay nada mejor que pasar un rato con Jennifer McLean, mi maestra y creadora de esta maravillosa técnica, para llegar al corazón de una creencia. La sesión se fue al miedo, detrás del enfado y la frustración suele estar el miedo. En realidad detrás de cada emoción negativa está el miedo y detrás de cada emoción positiva está el amor, porque en esencia estas son las únicas emociones que existen, todas las demás derivan de ellas. Citaba Jennifer a Mark Nipo, decía que el miedo coge su poder al no mirarlo, que el miedo se alimenta del miedo y lo hace más grande. En STT lo que se hace es todo lo contrario, darle voz al miedo, al miedo o a cualquier otra emoción que nos este molestando, y en cuanto uno le abre un espacio y lo deja expresarse se transforma, delante de tus ojos! Es mágico.
Lo curioso de los miedos, las fobias y los traumas es que se almacenan en una parte del cerebro diferente a donde los demás recuerdos se guardan. Los traumas, una vivencia que ha causado un impacto emocional profundo, se guardan en la parte del cerebro que rige el sistema nervioso simpático que es el que dispara el mecanismo de “lucha o huida”, o lo que es lo mismo; estado de estrés. Cuando vivimos una situación parecida a ese primer trauma, este mecanismo salta de nuevo y el cuerpo vuelve a entrar en estrés; otra capa… durante el paseo me adentré en varias escenas de cuando era una niña y traté varios miedos que últimamente, sobre todo al empezar a dar talleres, están más acentuados como el miedo a hablar en público por ejemplo.
También entró aquí el ser consciente de que no todos los miedos son iguales, o negativos. Está el miedo a lo desconocido, a salir de la zona de confort, pero esta sensación la solemos identificar como miedo cuando en realidad es expectativa, excitación, curiosidad, nerviosismo pero este “miedo” es saludable, no está invocando el miedo paralizador de algo programado, es un miedo fresco, digámoslo así. Y al emprender cosas nuevas es importante ser conscientes de la diferencia en las emociones. Es bueno siempre ser consciente de lo que sentimos porque es un indicador preciso de aquello que creamos.
Ya de vuelta en el coche habiendo quitado unas cuantas capas más de estas creencias limitantes, sintiéndome más ligera sin el desasosiego con el que me había despertado, me puse a pensar en la Ley de la Atracción, y en cuál sería el pensamiento que no deja que manifieste lo que quiero, me vino la noción de que cada cosa que deseo va acompañada del miedo a su opuesto! Yo que pensaba que no tenía miedo a nada, nada más que a la indigencia, y de repente me di cuenta que cada deseo que tengo desata el miedo a su contrario. En mi vida ha habido tanto trauma, tanta decepción, tanta pérdida y traición que el mecanismo del sistema nervioso simpático se vuelve loco cuando tengo un deseo! y yo sin enterarme…
Gran día hoy que algo oculto haya salido a luz, porque una vez que lo ves ya no te tiene a ti, tú lo tienes a él. Ya no es invisible, ya le puedes dar voz, expresión, ya no puede seguir el miedo nutriendo al miedo. Ya no tiene poder. Ya tiene unas capas menos…
Si quieres saber qué hay detrás de tu miedo tienes que preguntárselo.